sábado, 25 de agosto de 2018

SUEÑO DE HUMO






En la espiral de humo que sale de mi mano,  que sostiene un pitillo, difuminando el cono de luz que emerge de una lámpara mientras pierde su virginidad, su transparencia, apareces en sueño, como sueño apareces, como sueño que quiero agarrar y que te escapas dejando vacía la mano con que quería tocarte. Y te conviertes en nada. No en sueño imposible. No en quimera. No en añoranza. Te deshaces en nada porque no fumo. Mi mano no sostiene un pitillo. Y la lámpara está apagada, Se me olvidaba que había elegido, tranquilo, contemplar esta noche a la luna y bañarme de plata
José Luis Molina
25 agosto 2018

martes, 21 de agosto de 2018

NO ESTÁ VACÍA LA QUEBRADA




Vacía se quedó la quebrada.
Vacía de ruidos.
Vacía de sonido.
Vacía de compases.
Vacía de viento silbando entre las breñas.
Ya no hay rumores
de rumiantes corriendo entre los matorrales.
La quebrada se quedó oscura.
Vacía de luz.
Vacía de sol,
sol de mediodía justiciero,
vacía de luz tenue
haciendo blando el atardecer
en su verdor que se oscurece.
Quebrada vacía de apariencia,
aparente vacío que me atosiga
hasta que entiendo el espejismo
de ese vacío que construyo
dejando de oír en mi
los mil sonios que de ella emanan
por oír un canto de sirenas
que frente a mis ojos dibujan
olas y azules de un mar inexistente.
No está vacía ni muda,
por ella anda la vida
que baila, a ritmo de cencerros
de cabras y balidos de ovejas,
de noche y de mañana.
                        José Luis Molina
21 agosto 2018




SOLILOQUIO BAJO EL OLIVO



A la caída de la tarde se ha levantado un breve viento
que es remanso para el calor del día.
Está dorado el Albarracín
y la luna empieza a asomarse  por encima.
Habla el olivo, hablan sus hojas, habla la tarde
y hablo yo aprovechando que estoy dispuesto a escucharme.




 ¿De qué quiero quejarme? ¿De qué quejarme queriendo, en verdad, hacerlo?. Pude evaporarme. La vida sí que pudo dejarme en el desierto de la memoria que se hace sombra tras la sombra que la besó y en sus ojos cerrados se fundió el cielo. Pude evaporarme pero el cerrado oscuro no destruyó el sendero de mi aroma ni desapareció el camino donde mis huellas rompieron la monotonía del polvo acumulado.
Apenas si me quejo cuando, a veces, busco escucharme yo mismo para que brote la propia compasión que nadie me discute porque con nadie cotejo. Pero mi lamento apenas pasa de esbozo. Si cuando intento, decidido, que mi queja me salve de no sé que naufragio mar adentro, y me escucho, me suena a canto de sirenas. Entonces la cabriola que parece engullirme se convierte en tritón donde cabalgo.
Dejaré para otro rato mi deseo de quejarme. Y si me siento con ganas de que mi queja quiera hacerse notar, lo apagaré queriendo quejarme en otro rato. No quiero que la queja se establezca en mis labios. Pero tampoco quiero confundir este deseo con el silencio del grito reprimido frente a los dedos magullados y el corazón que sangra.

José Luis Molina
20 agosto 2018

lunes, 6 de agosto de 2018

CONVIVENCIA 2018

El pasado domingo,día 22, Intiruna celebró su convivencia anual para profundizar en su esencia y razón de ser en torno al "Haciendo Camino  desde los Hechos de los Apóstoles". A Miguel Á Olmedo y a mi nos pidieron que, desde España hiciéramos también nuestro aporte, breve, por video conferencia. Yo hice el mío apoyándome en el poema "Cantares" de Machado. Y retomando versos suyos, terminé mi aporte con estas breves líneas:



Caminante son tus huellas
el camino y nada más.
Caminante, haz camino
de estelas , de sol y mar.
Andando harás caminos
y, si miras hacia atrás,
no sea para detenerte
sino para caminar
más y más hacia adelante.
Ahí te espera el ancho mar
para que tus pies lo crucen.
Intiruna, no te pares,
haz camino, surca el mar.

                   José Luis Molina