Desde mi condición de creyente y, por ello, mi profunda fe en Cristo Resucitado, la experiencia de resurrección abarca todo aquello en que la vida triunfe sobre los poderes de muerte, de castración de cualquier tipo contra la plenitud de vida del ser humano.
Eso es lo que he querido expresar con este poema de términos "poco sacrales", aunque desde Jesucristo, "Dios pleno en la humanidad plena", la HUMANIDAD, en su totalidad, ES SAGRADA.
No vale ya el concepto de "lo profano". Eso lo aprendi en la propia Biblia (Cantar de los Cantares) y también en San Juan de la Cruz.
Con estos versos, pues, les ofrezco mi abrazo pascual
Busqué en las piedras
y me encontré tus senos
redondos, cálidos,
turgentes y fecundos.
Y se deshizo el frío:
el calor de tu vientre
me derritió la nieve
donde enterré mi ego.
Mis labios recorrían
tu tierra generosa,
tu piel que palpitaba
trémula en mis caricias.
Y supe que la espalda
era tan sólo huída,
camino de escapada
al miedo, a la mirada
que frente a ti te mira.
Y asi la noche,
que en ansias evasivas
busqué como refugio
donde esconder mi nada,
crugió en nmis entresijos
porque el rayo del alba
llenó de acordes nuevos
lo que inundó el silencio.
José Luis.
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