domingo, 26 de marzo de 2023

Y TAMBIÉN LA LIBERTAD

 



 

 

 

Hemos ido recorriendo la cuaresma.

Aún estamos en ello.

Y a lo largo de sus domingos, las lecturas nos han planteado los pilares, las actitudes requeridas para la meta que perseguimos: la vida nueva, la vida resucitada, la buena noticia de Dios.

Conviene recordarlas:

Domingo 1º.- Frente a las tentaciones se requiere la fidelidad, la coherencia, la definición en contra de la ambigüedad.

En el domingo 2º, la Transfiguración: Frente a la tentación de refugiarse en la huida y justificarse en la sublimación mística, las “cabañitas”,  la postura del compromiso activo en la realidad, frente a la realidad y en favor de la realidad en orden a una buena noticia.

En el domingo 3º, el agua viva, la vida renovada en una corriente de agua viva, no estancada, que nos lleva a los mares infinitos de vida eterna, de plenitud de Dios.

En el domingo 4º, la luz ver la realidad desde esa luz que es Jesús. Desde ella analizar, discernir, ser crítico y ni engañarnos ni engañar, ni manipular para nuestra conveniencia.

Por último, a este domingo actual lo vamos a llamar Domingo de la Libertad.

Es el evangelio de la resurrección de Lázaro.

Como en otras ocasiones, la mayoría de las veces, al contemplar el evangelio nos hemos quedado con el ropaje visual que encierra el sentido y la realidad profunda del actuar de Jesús, pero no hemos llegado a toda su hondura.

No se nos olvide que el evangelio de Juan, a lo que estamos acostumbrados a llamar milagros, él los llama SIGNOS.

Signos, ¿de qué?.

Veamos:

El recorrido del relato evangélico nos puede y nos debe situar frente a muchos aspectos de la realidad: la existencia del dolor humano, que a Dios no le resulta indiferente, la solidaridad de Jesús, la mala conciencia y las intenciones torcidas, y ocultas farisaicamente, ocultas bajo formas buenas, modélicas , sociales, pero que se manifiestan en los comentarios de algunos de los que estaban allí. Estos sería dinamizadores de la persecución de Jesús, de su enjuiciamiento y de su condena. También, de igual manera, nos enfrenta con la humanidad de Jesús, (su llanto) en ningún momento anulada por el superhombre.

Pero, ¿dónde está la clave de este “signo” de hoy . La clave de este signo de hoy, lógicamente está en el final: Lázaro, su amigo, también está muerto. A pesar de ser su amigo, está muerto, hasta el punto de oler mal. A Jesús lo llevan donde un muerto. Sí, ciertamente lo llevan donde un muerto, y Jesús responde invirtiendo la situación. Su acción, su oferta, es la vida. Pero no una vida que terminaría nuevamente en muerte cualquier otro día, si es que nos quedamos en la literalidad del relato.

La acción de Jesús es, en efecto, la vida. Por eso termina donde le lleva su oración al Padre: A que Lázaro, su amigo, no habite en el país de la muerte, sino que viva. Y por ello concluye con un gesto definitivo: “Desatadlo y dejadlo andar”, o  quitar las vendas, las ataduras que le habéis colocado, que lo habían paralizado, inmovilizándolo, asfixiándole la vida que es de Dios.

Dejadlo andar. No solo quitarle las vendas. También, y además, dejadlo andar.

Eso es evangelizar.

Proclamar la libertad que se nos ha dado como hijos de Dios y comprometernos a contribuir a que , los que la deseen, avancen  en el empeño.

Romper las ataduras y liberarse de las vendas es lo que nos permite caminar para salir del sepulcro.

Ánimo.

Un abrazo

José Luis Molina

26 de marzo del 2023

 

 

lunes, 20 de marzo de 2023

LA LUZ ES DESEO Y OBRA DE DIOS

 




 

Luz que denuncia las alambradas que aprisionan liberando de la esclavitud, de la ceguera

“En el principio dijo Dios. Hágase la luz. Y la luz se hizo . Y separó la luz de las tinieblas.  Y la luz se hizo icónica en el día resucitado. Las tinieblas en la noche de los cuchillos largos”

 

Perdonad que comience esta reflexión con ese párrafo introductorio pero sentí las ganas , tras haber leído el evangelio, de formular mi síntesis del mismo.

El Evangelio de hoy es largo . Prácticamente ocupa entero el capítulo 9 del Evangelio de san Juan.

No obstante, pudiera ser, que algunos de ustedes en la celebración de la eucaristía a la que asistan proclamen uno abreviado.

¿En que consiste esto? En que van suprimiendo algunos párrafos con lo cual lo abrevian.

Ciertamente que quienes realizan esta reducción intentan mantener un sentido. Pero, a veces, se suprimen aspectos importantes.

Todo esto se debe a que, desde la posturas de mínimos,  se evite que la gente, que emplea el tiempo necesario en aquello que les interesa, se cansen.Hay que ponerlo fácil.

Pues bien, con todos los respetos, yo creo que en el relato de hoy no se debía abreviar. Es más, les recomendó que de todas maneras se lean entero el citado capítulo 9 de San Juan hasta el versículo 41.

Precisamente hoy, en mi reflexión, quiero centrarme en los últimos versículos 39-41.

A lo largo de todo el relato muestra como Jesús es luz, como el ciego, ciego de nacimiento, ciego que nació, que abrió los ojos a una sociedad, a una cultura religiosa, a unas tradiciones que eran las antípodas del proyecto de Dios. Al nacer se le negó la luz.

Se encuentra con Jesús y le abre los ojos, la vida empieza a ser diferente, los criterios para construirla son otros, etc. Y queda descalificada la comunidad donde había nacido y crecido.

Pero la oscuridad no se queda indiferente y comienza el acoso y derribo.

Bien. Esto es el relato.

Pero donde yo me fijaba hoy, repito, es en el final.

Dice Jesús:

Yo he venido al mundo para un proceso, para un discernimiento: Conmigo, a los que se les ha quitado la luz, la vista, verán, sabrán y conocerán el proyecto de Dios. Y los que dicen que ven, que ven las cosas como ha sido siempre, como les ha convenido, según sus intereses, esos, quedarán ciegos, sin ver, fuera de la luz.

Claro está que esto no les gustaba a los fariseos. Se sentían tocados. Se daban por aludidos.

E intentan, por última vez, arremeter, ridiculizando que Jesús los quiera llamar ciegos a ellos, entendidos en la ley.

¿No les parece que esto sigue pasando hoy?

Ojalá no nos pase a nosotros.

Y la respuesta es lapidaria. Ahí  es donde yo, hoy, me he fijado.

Les dice:

Si no vierais y vuestro actuar fuera en la oscuridad y la ignorancia involuntaria, no habría ruptura con Dios.

Lo malo es que veis, que sabéis lo que es según Dios y lo que no lo es y seguís haciendo en la oscuridad: Estáis en la ceguera.

Hay un dicho español, seguramente sacado de aquí, que dice . “No hay más ciego que el que no quiere ver”

Pensemos sobre todo esto. Analicemos nuestro itinerario. Subrayemos lo que sea oportuno.

Un abrazo

José Luis Molina

19 de marzo del 2023

 

lunes, 13 de marzo de 2023

LOS SILENCIOS QUE AMO ... Y LOS QUE ME DAN MIEDO

 



 

No es el silencio

lo que me da miedo.

Me da miedo el silencio

vacío de sonidos.

 

Hay silencios sonoros,

que llenan mucha gente,

que hacen presente rostros,

que están llenos de risas

que, aún en el silencio,

saltan por dentro en las entrañas.

Silencios donde entablar diálogo

o con uno mismo,

o con el más cercano,

o con quien ya marchó

y sigue acompañando.

Hay silencios repletos

de ojos que se buscan,

de labios entreabiertos

que exhalan un te quiero.

Esos silencios, SI.

Benditos esos silencios,

esos no me dan miedo.

 

Me aterran  los silencios

de inexpresivos rostros

que esconden, disimulan,

intenciones que matan.

Me da miedo el silencio

vacío, por lleno,

de lo inconfesable

aún estando solo.

No quiero esos silencios.

Para ellos soy losa

donde no quiero

mi nombre sea grabado

.

De los otros

tampoco ser losa quiero.

Solo quiero

ser reflejo de agua en un lago

en tardes de silencios llenos

para otros.

 

José Luis Molina

13 de marzo del 2023

 

domingo, 12 de marzo de 2023

BUENA NOTICIA CON AIRE DE MUJER

 



 

Bonito evangelio el de este domingo.

Un precioso evangelio bautismal.

Este texto, todo él, es una magnífica catequesis previa al bautismo Pascual.

Evangelio que, entendiéndolo, te sitúa frente al sentido profundo del bautismo.

Por ello, vamos a irlo desgranando de a poquito para que nosotros también, con sentido cuaresmal, podamos situarnos de frente a nuestro bautismo.

Vamos a ello:

Jesús llegó a un pueblo de Samaría:

·      Es curioso: Jesús vuelta otra vez con los samaritanos: Un pueblo sospechoso de sus prácticas religiosas. Excluido. Apartado.

·      Esta escena podría haber ocurrido en Judea. Pero, ¿no sería que, entre los judíos, creyentes de toda la vida, muy seguro de sus prácticas religiosas, no habría disposición para el cambio, para la conversión? Estaban muy aferrados y seguros de sus tradiciones y rechazaban la novedad (vida nueva, diferente) que ofrece Jesús.

Esto ya sería bastante para nuestra reflexión, pero  podemos avanzar un poco más.

Llega una mujer. Y aquí ya se rebosa el vaso, se derrama y lo empapa todo.

·      Una mujer y samaritana: Malo.

·      Jesús no tiende reparo en acudir a ella para pedirle agua: Peor.

·      Además  de hablar con ella en público (siendo mujer) y siendo samaritana (peor), se muestra recurriendo a ella, mostrándole cansancio, debilidad.; Esto va poniéndose intolerable.

·      Pero, además, está marcada, señalada, no es de buenas costumbres … y muchas cosas más.

 

Jesús no cierra los ojos al momento presente. Sabe como es. No se engaña. Lo asume frontalmente y entra en un encuentro  en profundidad con la persona, la persona humana que es lo que a Dios le importa y rompe todo lo que pueda ser impedimento.

Oportuno el evangelio. Llega a tan solo unos días del sonoro 8 de marzo.

Y esta postura de Jesús en su 8 de marzo particular nos tiene también que interpelar en el terreno de la fe.

Interpelarnos cuando la institución religiosa, nuestra Institución, mira con reservas, posturas condenatorias y excluyentes a la mujer.¡¡

Relegadas continúan y se pueden acercar al pozo pero no sacar agua y menos para dárnosla a los puritanos y entendidos. Y cuando hay algunos que se atreven a quitar vallas al campo y abrir las puertas de los cercados vuelve a surgir la extrañeza y la condena. Como aquellos discípulos que vuelven y se asombran asustados de que esté hablando en público con una mujer samaritana y pecadora.

Yo, José Luis Molina, tengo experiencia de estos posicionamientos en nuestra Iglesia Diocesana, aunque, ciertamente, hace algunos años. No sé como andará el asunto hoy pero no soy muy optimista al respecto. Y ciertamente algún pasito,  de avance se ha dado en la Iglesia Universal, y bien están soportando, el Papa y quienes lo secundan, las presiones e impedimentos, en contra, por parte  de una curia, un episcopado, un clero y unos piadosos ciegos que  se quedan con el agua estancada.

En fin, podíamos extendernos mucho más pro, tal vez , fuera excesivo.

Solamente quiero, para terminar, invitaros a poner el foco en algo que entronca este texto con la realidad bautismal:

Todo esto, ¿para qué?. Está muy claro. El sentido de este encuentro es ofrecer a la samaritana agua viva. Agua viva que salta hasta la vida eterna.

Ella tenía agua: la del pozo. Y sabía sacarla. Jesús le dice que él le ofrece otra.  Un AGUA VIVA, dinámica, que engendra vida, de donde renacen seres, mujeres y hombres, nuevos.

No es agua para beber un traguito y volver  sentir sed.

No es agua para continuar en las mismas. Es agua viva. Agua nueva. Vida viva. Vida nueva. Vida resucitada. Bautismo que nos  hace nacer como de un manantial: el que nos propone Jesús, su evangelio.

Es la hora, ha llegado ya, del culto en Espíritu y verdad.

Bueno, yo lo dejo aquí.

¿Tiene algo de conexión la praxi general con todo esto? ¿Mucho, poco o regular?

Termino acompañando esta reflexión con una canción. Es de hace algunos años ya. Pero lo mismo os gusta.

Un abrazo

José Luis Molina

12 de marzo del 2023.

 

 

AGUA VIVA VIVA DE bROTES DE OLIVO

 


miércoles, 8 de marzo de 2023

A LA MUJER

 


Eres, mujer,

humanidad que espera,

sin recortes,

su momento de ser palabra

que hable de ella misma,

no palabra dictada,

desde una pluma que ella no maneja,

con unos versos

donde, halagada,

pague sometida

desde una identidad por otros diseñada.

 

Eres, mujer,

en posibilidad respuesta,

alternativa válida

de la esencia vital de ser persona,

de ser hombre, palabra arrebatada

y recortada en lo que significa,

alteridad humana

de la otra humanidad.

 

Compréndete, mujer,

busca en las estrellas

lo que eres, y reclama

tu derecho a ser

lo que en esencia eres,

en lo que te descubres,

no seas esclava

de ideas y proyectos

diseñados sin ti,

urdidos a tus espaldas.

 

Que mañana,

cuando hagan la historia nuestros hijos,

tú seas en ella, haciéndola,

una HISTORIA DE IGUALES.

 

José Luis Molina López

Marzo 1993.

domingo, 5 de marzo de 2023

ORACIÓN EMERGENTE

 




 

Hoy, unos días antes del domingo, he buscado los textos.

Ha comenzado  a caer el día. El cielo se ha ido llenando de estrellas. No me he salido a la terraza o al patio porque, en estos días, está haciendo realmente frío.

Pero he buscado un lugar cómodo, relajado, cerca de la ventana, por donde ir contemplando la noche. Era fuerte el sentimiento, la necesidad de orar.

He apagado una luz y he quedado encendida una vela. Justo para no hundirme en la oscuridad y huir de la necesidad de contemplarme pero, justo también, para que esta luz de mi entorno no anulara el que pudiera llegarme esa otra luz desde las estrellas.

Me he sentido como si me adentrara en un espacio privilegiado. Como si estuviera inmerso entre grandes orantes: Abran, Pedro, Santiago, Juan, Timoteo, Francisco de Asís, Casaldáliga, Juan de la Cruz, Teresa de Ávila, Gandhi, etc.

Hubiera querido sentarme en el suelo y cruzar las piernas, pero ya mis años anunciaron la huelga para eso. Así que me acoplé, poco a poco, bastante bien, en la posición en que me encontraba.

Y me dispuse a escuchar.

Oí un proyecto, una llamada: SALIR. Sal de tu tierra. Una salida que así, de pronto, aparecía no con mucho sentido. Sal de la casa de tu padre. No con mucho destino: Hacia la tierra que te mostraré.. Aún no. Ya te mostraré. Más tarde.

¡Bonito comienzo para una superproducción cinematográfica de Hollywood.!

Pero era otra cosa. La llamad venía desde las estrellas, pero no desde las de Hollywood precisamente.

Salir de la tierra, de mi tierra, es salir de mi historia, de la historia que he ido construyendo a mi medida, donde me siento a gusto, donde se piensa, se lucha, se razona, se vive de acuerdo con un destino más o menos esbozado, prefigurado.

Dejar la casa de mi padre es no refugiarme tras los muros que me protegen y del techo que me cobija frente a la intemperie y el riego. Es  no  refugiarme  en el valor que supone todo eso de comodidad, confort a mi medida, escucha de mi hipocondría, seguridad, identificación cultural, económica , social. Salir fuera de la casa de mi padre es haber suprimido los burladeros del ruedo, es no tener el respaldo incondicional de los míos.

Y, todo esto, ¿para qué?.

Aquí hay que ser muy honrado. No podemos interpretar unos premios que son los que estaríamos deseando para esta “dejada” porque supondría , sería, proceso de conseguir escalas mayores.

El texto no dice eso. No

El texto dice: Tú, haz esto. Arroja el manto, tu tierra, la casa de tu padre y ponte en camino. ¿Hacia dónde? . Y ate iré diciendo, en cada momento te indicaré la tierra.

La promesa que, como contrapartida nos hace, es: Su bendición. Su presencia en nuestro vivir y en nuestro hacer. Y eso dará sentido a lo que somos. La garantía es fiarnos de él.

Me quedé pensando las veces que la Iglesia, que nosotros, que yo, me decido por las tiendas, los espacios  específicamente sagrados y excluyentes quedándome en lo alto del monte sin la experiencia de no bajar a lo cotidiano de la vida transformado por mi experiencia de la designación de Dios llamándome a él desde los demás.

Apagué la vela y encendí la luz. Si hubiera sido de día, en ese momento me hubiera ido al mundo y me lo hubiera comido. Pero era de noche. Estaba durmiendo. Tenía que esperar el momento oportuno de la amanecida.

La habitación quedó iluminada. Volví a mirar por la ventana. Las estrellas seguían iluminando.

Me fui durmiendo con la esperanza y el deseo de que mañana siguiera recordando todo eso.

Un abrazo.

José Luis Molina

5 de marzo del 2023.

 

jueves, 2 de marzo de 2023

CAMINO CON CIPRESES

 


 

 

Inhiestos se enfilaban los cipreses:

hacían uno el camino,

una la sombra

y, en guirnaldas o rosario, entre ellos,

los recuerdos que insertaban con trinos

gorriones o canarios.

Marcaban un camino conocido

sombreado con sombras alargadas

y una meta familiar y terrible,

ineludible y en misterio insertada.

Fue siempre así, de esta manera.

No dejó caminante sin pisada.

Pero libres, siempre, por el aire,

escapados de la espesura de las ramas,

el gorjeo de mirlos fue indomable,

memorial de tu presencia:

NO es recuerdo que de nada quede en nada.

 

José Luis Molina

22 de febrero del 2023

DICHOSOS

         




            Dichosos los que alcanzan el misterio

            de ver convertida en cabellera rubia

            los dorados trigales

            que bailan con el viento

            al rumor de canciones enamoradas.

            Ellos habrán descubierto la vida

            como sacramento.

                               José Luis Molina

                                          11 febrero 2023


miércoles, 1 de marzo de 2023

¿SE PUEDE PASAR? TENTACIONES

 

 

 

 


No he podido evitarlo-

Y reconocerlo me lleva a presentar mis disculpas ante una parte de ustedes, receptores de esta reflexión, que carecen del dato que ahora les digo. Otra parte me entenderá.

Hoy, al poner mano a la obra sobre la presente reflexión, tenía muy presente la reunión de Formación del pasado martes en la que estuvimos tratando de profundizar en el significado  bíblico del pasaje del ciego de Jericó, Bartimeo, y de tirar, separar de él, su manto cuando opta, se levanta con la decisión de buscar a Jesús y de seguirle.

Luego explicaré por qué.

 

He comenzado fijándome en el relato de las tentaciones del desierto. Ciertamente, somos conscientes de que tales tentaciones son elaboraciones que, como arquetipos y prototipos, nos muestran un paisaje más amplio.

Por eso me puse a abrir las ventanas y fui enumerando, sin pretender agotarlas, actitudes concretas que subyacen en las referidas tentaciones.

Así fueron apareciendo el listado  que os comparto a continuación:

·      Avaricia,

·      Poder,

·      Dominio,

·      Prestigio,

·      Fama,

·      Protagonismo,

·      Corrupción,

·      Venderse, prostituirse (no me refiero a un sentido sexual),

·      Idolatría,

·      Fanatismo,

·      Comodidad,

·      Elitismo,

·      Clasismo,

·      Tráfico de influencias,

·      Caprichos,

·      Lo conveniente (pan) , (también despilfarro, tener) anulando lo esencial (Vida)

·      Etc, etc, (añade si tienes alguna más)

 Acordándome de la experiencia ya citada sobre el texto de Bartimeo, entendía que todo ese listado era, era, en muchos casos,  en los que sea, la urdimbre y la trama con la que tejemos muchos  de los mantos en los que nos cobijamos, abrigamos, protegemos y alimentamos nuestra persona, nuestro ser y nuestro hacer.

El rechazo de Jesús no es una actuación teatral contemplada en un escenario y que luego recibiría aplausos, vítores, rezos y reverencias mientras cae el telón para ser olvidada al apagarse la luz de las bambalinas.

El rechazo, la negativa de Jesús en las tentaciones, es invitarnos a tirar el manto, a dejarlo al borde del camino, como hizo Bartimeo, ese manto en el que nos refugiamos y no nos deja crecer como imagen suya (Génesis, Creación) Por ello, las respuestas alternativas que propone.

Y es que, en el medio del jardín, en el medio y en el centro de la realidad humana (Paraíso) está el árbol de la vida para que todos participemos de él. No es el engaño de la serpiente: participar de él para que seamos como dioses por encima de los demás. Participar de la vida, construirla, llenarnos de ella para que todos podamos participar de Dios.

No hay que entender, pues, la cuaresma en el signo de ayunar y no comer carne sino en la opción de solidarizarme con los que ayunan por imposición para que todos podamos comer y compartir la carne que tengo en el frigorífico. Obviamente habrá alguna que no me coma para que pueda comer todo el mundo o cuantos más posibles, mejor.

Y una cuaresma así será camino hacia la Pascua, hacia la resurrección, pero lo será en todo tiempo, a lo largo del recorrido histórico de cada uno de nosotros.

En resumen: Cuaresma significa estar arrojando el manto, y esto permanentemente. Por eso son cuarenta días.

Celebramos la cuaresma si lo estamos haciendo.

La cuaresma no es, con exactitud, TIEMPO de conversión. Es TIEMPO DE CELEBRAR que una de las actitudes que nos está construyendo es la CONVERSIÓN. Y esto es permanente.

Feliz Cuaresma.

Un abrazo

José Luis Molina

26 de febrero del 2023.