domingo, 12 de marzo de 2023

BUENA NOTICIA CON AIRE DE MUJER

 



 

Bonito evangelio el de este domingo.

Un precioso evangelio bautismal.

Este texto, todo él, es una magnífica catequesis previa al bautismo Pascual.

Evangelio que, entendiéndolo, te sitúa frente al sentido profundo del bautismo.

Por ello, vamos a irlo desgranando de a poquito para que nosotros también, con sentido cuaresmal, podamos situarnos de frente a nuestro bautismo.

Vamos a ello:

Jesús llegó a un pueblo de Samaría:

·      Es curioso: Jesús vuelta otra vez con los samaritanos: Un pueblo sospechoso de sus prácticas religiosas. Excluido. Apartado.

·      Esta escena podría haber ocurrido en Judea. Pero, ¿no sería que, entre los judíos, creyentes de toda la vida, muy seguro de sus prácticas religiosas, no habría disposición para el cambio, para la conversión? Estaban muy aferrados y seguros de sus tradiciones y rechazaban la novedad (vida nueva, diferente) que ofrece Jesús.

Esto ya sería bastante para nuestra reflexión, pero  podemos avanzar un poco más.

Llega una mujer. Y aquí ya se rebosa el vaso, se derrama y lo empapa todo.

·      Una mujer y samaritana: Malo.

·      Jesús no tiende reparo en acudir a ella para pedirle agua: Peor.

·      Además  de hablar con ella en público (siendo mujer) y siendo samaritana (peor), se muestra recurriendo a ella, mostrándole cansancio, debilidad.; Esto va poniéndose intolerable.

·      Pero, además, está marcada, señalada, no es de buenas costumbres … y muchas cosas más.

 

Jesús no cierra los ojos al momento presente. Sabe como es. No se engaña. Lo asume frontalmente y entra en un encuentro  en profundidad con la persona, la persona humana que es lo que a Dios le importa y rompe todo lo que pueda ser impedimento.

Oportuno el evangelio. Llega a tan solo unos días del sonoro 8 de marzo.

Y esta postura de Jesús en su 8 de marzo particular nos tiene también que interpelar en el terreno de la fe.

Interpelarnos cuando la institución religiosa, nuestra Institución, mira con reservas, posturas condenatorias y excluyentes a la mujer.¡¡

Relegadas continúan y se pueden acercar al pozo pero no sacar agua y menos para dárnosla a los puritanos y entendidos. Y cuando hay algunos que se atreven a quitar vallas al campo y abrir las puertas de los cercados vuelve a surgir la extrañeza y la condena. Como aquellos discípulos que vuelven y se asombran asustados de que esté hablando en público con una mujer samaritana y pecadora.

Yo, José Luis Molina, tengo experiencia de estos posicionamientos en nuestra Iglesia Diocesana, aunque, ciertamente, hace algunos años. No sé como andará el asunto hoy pero no soy muy optimista al respecto. Y ciertamente algún pasito,  de avance se ha dado en la Iglesia Universal, y bien están soportando, el Papa y quienes lo secundan, las presiones e impedimentos, en contra, por parte  de una curia, un episcopado, un clero y unos piadosos ciegos que  se quedan con el agua estancada.

En fin, podíamos extendernos mucho más pro, tal vez , fuera excesivo.

Solamente quiero, para terminar, invitaros a poner el foco en algo que entronca este texto con la realidad bautismal:

Todo esto, ¿para qué?. Está muy claro. El sentido de este encuentro es ofrecer a la samaritana agua viva. Agua viva que salta hasta la vida eterna.

Ella tenía agua: la del pozo. Y sabía sacarla. Jesús le dice que él le ofrece otra.  Un AGUA VIVA, dinámica, que engendra vida, de donde renacen seres, mujeres y hombres, nuevos.

No es agua para beber un traguito y volver  sentir sed.

No es agua para continuar en las mismas. Es agua viva. Agua nueva. Vida viva. Vida nueva. Vida resucitada. Bautismo que nos  hace nacer como de un manantial: el que nos propone Jesús, su evangelio.

Es la hora, ha llegado ya, del culto en Espíritu y verdad.

Bueno, yo lo dejo aquí.

¿Tiene algo de conexión la praxi general con todo esto? ¿Mucho, poco o regular?

Termino acompañando esta reflexión con una canción. Es de hace algunos años ya. Pero lo mismo os gusta.

Un abrazo

José Luis Molina

12 de marzo del 2023.

 

 

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