lunes, 31 de mayo de 2021

DE TRINITATE

 



 Hoy es el domingo de la Santísima Trinidad.

De siempre se ha dicho que el misterio de la Santísima Trinidad es el misterio sobre Dios más difícil de encajar en nuestro razonamiento.

Pues bien: Es una cosa curiosa. Las lecturas de hoy para enfrentarnos con este nuestro Dios trinitario, recurre a algo fundamental: Recurre a la experiencia de Dios, a nuestra experiencia de Dios, para situarnos frente a él. Eso me parece que es una pista más que interesante a la que debemos recurrir. Hoy se nos propone la realidad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y, para no perdernos en elucubraciones, mi propuesta es la de las lecturas,  hacerlo a partir de la experiencia que, tanto individual como colectivamente, tenemos de Dios.

Fijaros en la primera lectura DT. 4, 32-34.39-40: Moisés habla a pueblo y lo lleva a la experiencia liberadora de Dios, del Dios con el que y por el que rompen las cadenas de la esclavitud en Egipto y superan la barrera, el infierno, del desierto

 

No quiero hacer propaganda pero ahorita, mientras escribo esto, las imágenes del éxodo, desierto, Mar Rojo, me han llevado a imágenes de ahogados en el Mediterráneo, en las vallas ceutíes, atravesando el desierto sahariano o a las tierras fronterizas de Méjico huyendo de la esclavitud de la hambruna, del abuso de los poderosos, etc. El pueblo judío de entonces, ¿tenía derecho a la libertad o Dios se equivocó? El derecho que fundamenta el Éxodo de aquel pueblo, ¿ puede fundamentar se les niegue hoy a los palestinos o a los saharauis? Creer en Dios, ¿libera o mata?, ¿empuja hacia la libertad y la plenitud o aplasta en la opresión, el exterminio?

Reconoce y medita en tu corazón, sigue diciendo Moisés, que el Señor es el único Dios y, si tienes experiencia de él, si tenemos  también experiencia de su liberación en nuestras realidades personales, podremos reconocerlo hoy desde el mismo imperativo liberador. Descubriremos al Dios Padre, sabremos de él, buscando, construyendo, alcanzando y compartiendo la plenitud la plenitud que nos ha dado, sin excepción, para todos.

Otra experiencia de Dios, en Romanos 8, 14-17, la de ser, saberse y sentirse hijos de dios porque en nosotros está la vida de Dios cuando nos dejamos llevar por su Espíritu. Ese mismo Dios de la creación que nos hace sentirlo y llamarlo Abba, papaíto, cuando desde esa presencia del Espíritu (Dios) en nosotros nos hace concordar con él y hace real, no teórico ni hipotético, el sentirnos hijos. Esta experiencia de Dios así, es la que hace zambullirnos en el “ser” eclesial pero no como institución sino como  realidad sacramental, renovada y diferente, nacida del Resucitado.

 


Por último, también el evangelio, Mateo 28, 16-20, nos habla, recurre a la experiencia de Jesús: “Id y ofreced esta manera de entender la vida que yo os he ofrecido” Estad seguros, sentidme, viviendo así: yo estaré con vosotros todos los día”. Pero, está claro: Para ofrecer ese proyecto de existencia, no se puede hacer desde lo que digan todos los libros del mundo, sino que es necesario partir de la propia experiencia.

Por eso termino este domingo de la Trinidad pidiendo abrir grande las puertas para que esa experiencia de Dios no nos la pasemos de largo.

                     José Luis Molina

                                      30 mayo 2021

lunes, 24 de mayo de 2021

EL SIETE

 

Desde los siete dones  del Espíritu

en el compromiso con sus frutos.

PENTECOSTES, tiempo de apertura a lo eterno

 

 


Ya son las siete,

amaneciendo el día,

el sol naciendo.

En el siete se encierran

los días que completan

el tiempo entero,

mi tiempo de semanas,

mi tiempo del espero,

del vivir jubiloso,

del vivir compartiendo.

¡Setenta veces siete!,

me sé pequeño,

me siento perdonado

y amado me experimento.                                               

¡Setenta veces siete!,

que mucho más que un límite

es existir en lo eterno.

Por eso que descubro

el siete como el tiempo

del existir completo

discerniendo, buscando,

desde él construyendo

en tiempo de semana

hacia lo pleno, el séptimo,

terminando en la Pascua del tiempo.

Fuerte me quiero

para discernir fuerte

y para hacerlo honesto,

para hacerlo de frente

y de frente, venciéndolo,

hacerle frente al miedo.                             

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya son las siete

de estos siete días

con que abono los tiempos.

Tras ayer, también hoy

amanece, y un lucero

rezagado me dirá:

Mira al cielo y después a la tierra

y después, otra vez,

vuélvete al cielo.

Allí verás, brillando,

el cielo séptimo

que aún queda por hacer:

 

Miro el siete de mi tiempo.                              

                                    José Luis Molina

                                      22 - 23 de mayo del 2021

sábado, 22 de mayo de 2021

PENTECOSTÉS 2021

 



 

 

 

Quiero que nos fijemos en varias cosas:

·       Al anochecer de aquel día, el primero de la semana

Es decir Resurrección: El primer día de la semana, el domingo es todo lo mismo, el acontecimiento de la resurrección. Que nosotros lo metamos en un calendario, el año litúrgico, no quiere decir que el acontecimiento de fe se mida por semanas y días de horas. Por tanto también podría decirse: En la medida que los discípulos van teniendo la experiencia del resucitado

Esto va acompañado con miedo, dudas, complejos. A mi, al menos, me ha pasado, y supongo que a algunos de ustedes también: Cuando voy entendiendo la resurrección como opción por la vida frente a los poderes de muerte que andan por ahí, siento, he sentido miedo, he intentado pasar desapercibido, que no se me note, he cerrado pertas y ventanas, he reído lo que todo el mundo ríe y he callado lo verdaderamente valioso: que el crucificado, el despreciado, el que desecharon los importantes no terminó ni su proyecto tampoco, está vivo y yo estoy de su parte.

Pero cuando el acontecimiento de resurrección empapa la experiencia, cuando la experiencia de Jesús vivo dinamiza la vida y lo sentimos en ella, vamos capacitando más nuestros ojos para verlo, nuestros oídos para escucharlo y nuestro sentimiento histórico para sentirlo en medio de la vida hoy: Un Jesús que llora en Gaza, en Siria, en el Sahara, un Jesús cerrando los párpados de cadáveres también llamados a la vida en la India o Brasil, que se hace abrazo de vida en las despedidas de las UCI´s,  que abraza y bendice a toda la humanidad buscando que la dimensión de género no sea pretexto ni ocasión de abuso, aprovechamiento, marginación, que nos invita a amar la naturaleza, no a destruirla y que nos enseña a soñar con los ojos abiertos. Un Jesús opuesto a los que han hecho del templo, en vez de un lugar de encuentro gozoso para celebrar la tarea, que sea sede de opulencia, boato, disimulo y rutina.

Por eso cuando sus discípulos viven esta experiencia (todo es primer día, día de resurrección) nos dice: Yo os envío de igual manera que fui enviado. Sed fuertes, sed valientes, que el miedo no os venza ni altere vuestra paz y que la tengáis para darla. Por eso, si lo acogéis, el Espíritu estará con vosotros, sus dones os irán haciendo para que deis fruto de Espíritu y estaréis erradicando el pecado del mundo, el mal del hombre al hombre.

Y así, en todo lugar donde palpite vida humana, hasta el final de los tiempos.

Hoy es Pentecostés.

Siempre es Pentecostés.

Los campos, esta tarde los he visto , se han llenado de amapolas que combinan preciosas con las margaritas pascuales.

Felicidades

                 José Luis Molina

                              22 de mayo 2021

PD.- Creo que es de justicia, y de fe también, terminar esta reflexión con un apéndice.! Pentecostés!. Recibimos el Espíritu. El Espíritu, sus dones, nos impulsan y tienen que dar fruto, frutos del Espíritu. Y no son teorías, teorías de iglesias, de sermones, de mitras, de báculos, o de instrumentalización política. Los frutos del Espíritu tienen que ser frutos vitales, que favorezcan la vida y opten por ella, por encima de cualquier otra cosa, y así, hoy,

 

 

 

 


 

 

tenemos una primicia concreta de esos frutos: ese abrazo de la voluntaria de Cruz Roja ante uno de los que deseaban entrar en España y se encontraba lamentablemente con una hipotermia intensa. Por encima de todo era un ser humano al que acoger y darle calor. Que pena que los anti-Espíritu y los anti-frutos-del-espíritu, sean los que imperen en esta sociedad nuestra muchas veces, en la prensa, en los bulos, en las redes sociales, en el morbo de lo podrido que alimenta corazones podridos, ciegos luego para pronunciar una palabra contra nuestros desenfrenos domésticos con el lema justificatorio socialmente acuñado de ¡Son Jóvenes!. A esos les digo: los marroquíes son seres humanos manipulados por incalificables como sus autoridades pero con los que se tienen toda clase de miramientos y comedimientos por razones políticas, economícas,…

 

 


 

Tengamos nosotros Espíritu de discernimiento para saber descubrir estos frutos y alegrarnos con ellos

martes, 18 de mayo de 2021

ARTÍCULOS SIN CENSURA.- RESPUESTA A UN AMIGO ...

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SEGUIDORES

RESPUESTA A UN AMIGO SOBRE JESÚS Y LA JUSTICIA SOCIAL.

 





Hoy recibía un mensaje de un amigo en respuesta a uno de mis artículos que decía así: “José Carlos, con todo el respeto que me mereces, creo que confundes a Jesús, Dios Hijo, con un político o agitador. Dejó claro que no lo era cuando pronunció "dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del Cesar".

Creo que la Iglesia no es un fín en sí misma, sino un instrumento para alcanzar el Cielo y los ricos, que lo tienen mucho más difícil que los pobres, también tienen ese derecho. No se puede odiar (lucha de clases) ni para arriba, ni para abajo.

Un abrazo, amigo”

Tiene razón el teólogo Juan José Tamayo cuando afirma: “Una alianza cristo-bíblico-militar-neoliberal-patriarcal neofascista ensombrece el mundo, y muy especialmente América Latina. Ejemplos de ello son España, Colombia, Costa Rica, Brasil, El Salvador, Bolivia...”

Actúa coordinadamente en todos los continentes, utiliza irreverentemente el nombre de Cristo y defiende la "teología de la prosperidad" como legitimación del sistema capitalista en su versión neoliberal.

Jesús se indignó con la religión oficial y sus intérpretes, que anteponían el cumplimiento de la ley al derecho a la vida. Cuando estaba en juego la vida y la libertad de las personas infringió las leyes judías del ayuno, del sábado, de la pureza..., y justificó que sus discípulos las incumplieran. Comió con pecadores y publicanos y osó afirmar con harto escándalo de los “bien pensantes” que las prostitutas precederían a los escribas y fariseos en el reino de los cielos. “Cristianamente hablando, la consigna es muy clara (y muy exigente), y Jesús de Nazaret nos la ha dado…: contra la política opresora de cualquier imperio, la política liberadora del Reino. Ese Reino del Dios vivo, que es de los pobres y de todos aquellos y aquellas que tienen hambre y sed de justicia. Contra la agenda del Imperio, la agenda del Reino” Afirmaba Pedro Casaldáliga

La justicia social, es también un concepto que algunos usan para describir el movimiento dirigido hacia un mundo socialmente justo. La Biblia enseña que Dios es un Dios de justicia. De hecho, "todos sus caminos son rectitud" (Deuteronomio 32:4). Además, la Biblia apoya la noción de la justicia social, en la cual se muestra el interés y el cuidado por la situación de los pobres y afligidos (Deuteronomio 10:18; 24:17; 27:19). La Biblia a menudo hace referencia a los huérfanos, a las viudas y los extranjeros, esto es, la gente que no era capaz de valerse por sí misma, o no contaba con ningún sistema de apoyo. La nación de Israel era gobernada por Dios para cuidar de los menos favorecidos de la sociedad, y su eventual fracaso en hacerlo, fue en parte de la razón de su juicio y expulsión de la tierra.

Cuando Jesús inaugura su ministerio en la sinagoga de Nazaret lee estas palabras de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18). El Evangelio es predicado primero a los pobres, desheredados de los bienes terrenos.

El juicio final tendrá muy en cuenta el comportamiento del hombre para con ese mundo de la pobreza. “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos mis pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mateo 25:34-46). Al joven rico, que desea conocer la forma de heredar la vida eterna, eterna preocupación del hombre desde la caída de Adán, Cristo le dice: “Vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo” (Lucas 18:18-30). La gran lección de este pasaje es que las riquezas suelen ser un obstáculo para alcanzar la presencia de Dios. En la parábola del rico necio (Lucas 12:13-21)

Monseñor Romero afirmaba:” Cada vez que miramos a los pobres…descubrimos el rostro de Cristo… El rostro de Cristo se encuentra entre los sacos y cestas de los trabajadores del campo; el rostro de Cristo se encuentra en aquellos que son torturados y maltratados en las prisiones; el rostro de Cristo está muriendo de hambre en los niños que no tienen nada que comer; el rostro de Cristo está en los pobres que piden a la Iglesia, con el deseo de que su voz sea escuchada” Romero predicaba diciendo que el compromiso a favor de este Reino implica una conversión personal y colectiva.

Algunos percibían esa actitud como una deformación de la misión de la iglesia y como una contaminación de la iglesia con la política, pero Romero contestaba: “La iglesia ha de ocuparse de los derechos del pueblo… y de la vida que está en riesgo… La iglesia ha de ocuparse de aquellos que no pueden hablar, de aquellos que sufren, de los torturados, de los silenciados. Esto no implica dedicarse a la política… Seamos claros. Cuando la iglesia predica la justicia social, la igualdad y la dignidad del pueblo, defendiendo a los que sufren y a los que son amenazados, esto no es subversión, esto no es marxismo; ésta es la verdadera enseñanza de la Iglesia”

Él creía que “la fe cristiana no nos separa del mundo, sino que nos introduce en el mundo”. Aunque se enfrentó de lleno con los desafíos políticos de su tiempo, él no fue simplemente un activista social, sino también un hombre de honda oración y meditación.

Hablando de Dios como la principal fuente de su quehacer pastoral afirmaba: “Ayer, cuando un periodista me preguntaba dónde encontraba yo mi inspiración para mi trabajo y mi predicación, le decía: ‘Es bien oportuna su pregunta, porque cabalmente vengo saliendo de mis Ejercicios espirituales. Si no fuera por esta oración y esta reflexión con que trato de mantenerme unido con Dios, no sería yo más que lo que dice san Pablo: «Una lata que suena»”.

El Dios en el que creyó monseñor Romero es un Dios cercano y activo: ve la opresión de sus hijos e hijas, oye sus clamores, conoce sus sufrimientos y actúa liberando.

Jon Sobrino, con la lucidez que lo caracteriza, ha rubricado este legado con las siguientes palabras: “Monseñor Romero fue un hombre de este mundo y un hombre de Dios, como lo han sido los grandes santos y como lo fue Jesús, en quien se realizó el milagro de la absoluta unidad de mundo y Dios. Esa unificación es lo que hizo a monseñor Romero excepcional. A través de él, el Evangelio se convirtió en palabra de buena nueva para los pobres y en palabras exigentes para los poderosos. A través de él, el Evangelio, una vez más, se hizo un Evangelio para nuestro tiempo”. De ahí también las expresiones teologales de Ignacio Ellacuría: “He visto en la acción de usted el dedo de Dios”; “Monseñor Romero, un enviado de Dios para salvar a su pueblo”; “Con monseñor Romero, Dios pasó por El Salvador”.

Jesús abandonó los caminos asegurados de una buena Ley que santificaba un tipo de vida fijada en sí misma, para situarse “fuera”, en los lugares donde padecían cojos-mancos-ciegos, expulsados e impuros, para iniciar con ellos un camino de evangelio.

Jesús nos sigue llamando a la gran “indignación” activa, al servició de la creación de Dios, es decir, de la resurrección. 

domingo, 16 de mayo de 2021

VACUNA Y OLVIDO


 


 

VACUNA Y OLVIDO
KOLDO ALDAI AGIRRETXE, koldo@portaldorado.com
ARTAZA (NAVARRA).

ECLESALIA, 14/05/21.- La mutua desconfianza sin fundamento siempre irá sobrada. Las crisis extienden y refuerzan generosidad. Sólo veo por todo el mundo manos blancas con guantes de goma, las negras brillan por su ausencia. No observo ninguna oculta conspiración tras la masiva campaña de vacunación contra el virus. Predomina la pauta de la colaboración, la divisa de la salud y el bien para el mayor número de personas y ello reconforta.

La objeción que le veo a la vacuna anti-COVID es que olvidemos que teníamos que construir otro mundo. Temo su postrera y codiciada “normalidad”, que después nada mute, que nos disuada en el ejercicio imprescindible de repensar esta civilización. No niego que haya buena voluntad tras él, pero el problema que le veo al multitudinario pincho es que nos anestesie, nos haga olvidar que teníamos que remangarnos en pos de otro orden.

Me da miedo el “efecto parche” obviando el origen. Tapar las consecuencias nos dificultará remontar a las causas y es preciso recordar que el virus vino con nuestra destrucción de la Naturaleza. Con las agujas ya dentro podemos olvidar que este mundo ya había caducado, no gozaba de prorroga, no era sostenible. El peligro de la vacuna no es tanto los trombos, como la amnesia, la falta de recuerdo de que teníamos que construir un nuevo paradigma, ahora sí, junto con la Madre Naturaleza.

Desde este humilde criterio, la disyuntiva no se encuentra tanto entre vacuna sí o vacuna no, sino en atrevernos o no, a reinventarnos, a rehacernos sobre la base de otros valores colectivos. La cuestión no era tanto ponerse o no a la cola de la Pfizer, Moderna o Astra Zeneca, sino en levantar poco a poco una nueva civilización solidaria y sostenible o quedarnos con ésta que ha demostrado sobrada y palmariamente que no tiene recorrido (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

PARADOS, NO

 



Nadie duda, ni siquiera sus detractores,  que el Concilio Vaticano II, hizo cambiar muchas cosas. Una, muy importante, es que abrió las puestas del pensamiento y nos invitó a usarlo. Y esto enriqueció nuestro mundo personal y, al menos en mi caso, nuestra fe.  Y en este discernir, pensar, reflexionar, dilucidar, nos situamos de otra manera.

Una de ellas fue descartar que el cielo estuviera en el espacio sideral, sino que, por el contrario,  entendemos que no se refiere a un lugar sino a un estado, un modo de existencia.

Pero, claro, esto cambió algunas cosas. Por ejemplo, el nombre de este domingo. Desde la mentalidad de cielo-salvación ubicado en el firmamento, encajaba perfectamente con el título de Ascensión = subir.

Pero ese nombre, ahora, necesita una adaptación conceptual. Yo lo llamaría domingo AVANTE, AVANTI, ADELANTE, al frente. ……Desde esta imagen creo se entiende mejor el final del texto de los Hechos de los Apóstoles de hoy. Dice así:

Se les presentaron dos hombres vestidos de blanco (la humanidad nueva consecuencia de la resurrección) que les dijeron: Galileos, ¿qué hacéis plantados mirando el cielo?

 

        (Esta humanidad nueva gritaría: Galileos, es decir, personas  

        abiertas a la libertad del   resucitado, ¿qué hacéis mirando al 

        cielo, cerrando los ojos, poniéndoos de lado ante la vida, cruzando                los brazos en actitud piadosa?

       No se ha marchado detrás de una nube. Por medio de  María

      Magdalena (Mc 16, 6-7) os  dijo que os esperaba y lo encontraréis 

      en la Galilea de la vida. AVANTE,  no os detengáis,caminad, 

      avanzad, y, con vuestro avanzad,

                                    que avance la vida

                                        en solidaridad,

                                        en comprensión,

                                        en derechos humanos,

                                       en respeto a la vida en todas sus acepciones ,

                                        en aceptación del otro, del diferente,

                                        en la reparación de las injusticias y

                                                             oposición a los abusos

                                       en nivelación de las diferencias,

                                        en humanización.

        Y continúa diciendo el evangelio de Marcos 16, 20: Ellos avanzaron,

        continuaron, se fueron por todas partes y el Señor, en medio de ellos 

        los acompañaba confirmándolos en estas señales

 


Felicitémonos  todos los que estemos en este grupo de AVANTE

 

                               José Luis Molina

                                                16 mayo del 2021                 

sábado, 8 de mayo de 2021

ESPÍRITU PARA DISCERNIR QUE CREA CONFUSIÓN O CONFLICTO

 



 

La reflexión de hoy quiero comenzarla en la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles. Concretamente en Hc 10, 44-48. Si te parece ten el texto abierto por esa cita. ¡Ah!, otra aclaración: A veces conviene, intentando con mucho cuidado no alterar la intencionalidad del texto bíblico, convertir  éste a palabras y conceptos actuales. Esto nos ayuda a entenderlo mejor.

Es lo que voy a intentar hacer hoy. Ten, por tanto, el texto abierto por donde te he dicho, 10, 44-48, . Ve leyendo en silencio al mismo tiempo que yo voy proclamándolo con algunas palabras modificadas.

 

            “Pedro acabo de explicar que, para Dios, vale el que practica la justicia. Y continuó: Alrededor de nosotros hay muchos que también tienen el Espíritu de Dios. Hablan lenguas extrañas que el mundo no entiende pues son frontales y veraces, no disimulados ni taimados, luchan por mejorar la realidad para todos (lo que no aceptan los que llegaron primeros y acapararon)  y no se aprovechan de posiciones favorables, dignifica y respetan al ser humano y practican la igualdad, la solidaridad y no se suben a pedestales de jerarquías y proclaman la grandeza de Dios colocando su vida a favor de los pequeños, los débiles, los apestados.

Los religiosos de siempre estaban sorprendidos, y más de uno ponían mala cara y pensaba mal para sus adentros pues para ellos, lo importante, eran las costumbres y creencias religiosas, llevarse bien con todo el mundo porque todo el mundo es bueno, aunque ellos un poquito más.

Entonces Pedro, movido por el Espíritu, continuó: Según sus obras ¿se puede negar que actúan de parte de Dios? . Si actúan de parte de Dios, ¿podrá alguno negar que han recibido el Espíritu para el bien común?. Pues a estos sería a los que habría que ofrecer el bautismo, a los que habría que bautizar. A estos habría que decirles:    ( ahora nos vamos al Evangelio de Juan 15, 16)   No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto dure.

Pedro terminó diciendo: Esto debe ser así para todos.

 

Se me ocurre terminar hoy con unas preguntas. Ahí las quedo en el aire. Pero antes recuerdo y os recuerdo una estrofa del Cántico espiritual de san Juan de la Cruz, donde dice:

                       “Mil gracias derramando

                         pasó por estos sotos con premura

                         y, yéndolos mirando,

                         con solo su figura,

                         vestidos los dejó de su hermosura”

 

·       ¿Cuáles serán estos frutos?

·       ¿Vamos dejando esos frutos al pasar?

·       ¿ Se quedan permaneciendo en una humanidad más humana?

·       ¿Con qué libertad me quedo con la de hacer lo que me da la gana o de ser capaz de decidir hacer lo que debo?

·       ¿Me quedo con cervezas para todos o con sanidad para todos?.

 

Dediquemos un tiempito para contestarnos

 

José Luis Molina

                .         8 de mayo de 2021

viernes, 7 de mayo de 2021

ELECCIONES EN MADRID: ¿ES ESTE EL EVANGELIO EN EL QUE LOS CRISTIANOS CREEMS?

 

Teología sin censura: José Mª Castillo

"La 'libertad' ha sido más determinante que la 'salud'"Elecciones en Madrid: "¿Es éste el Evangelio en el que los cristianos creemos?"

Elecciones en Madrid: "¿Es éste el Evangelio en el que los cristianos creemos?"
Elecciones en Madrid: "¿Es éste el Evangelio en el que los cristianos creemos?"

Nuestra cultura ha degenerado hasta el extremo de que se antepone la “buena vida” a la “vida” misma. El resultado de las recientes elecciones es elocuente en este orden de cosas. Tan elocuente, que no necesita mucha explicación

Jesús defendió la salud y la vida anteponiendo esta defensa a las normas de la Religión y a cualquier otro interés

No me explico cómo los grupos (partidos políticos) que se autoproclaman más religiosos y creyentes, tales grupos, son los que con más interés y hasta utilizando la mentira, anteponen sus intereses económicos y políticos a una sanidad bien organizada y gestionada

El resultado de las elecciones, celebradas en Madrid el pasado día 4 de mayo, ¿se puede enjuiciar, básica y primordialmente, como un problema político o, más bien, como la expresión de un hecho cultural? Por supuesto, en las elecciones del 4 de mayo, estuvo presente la política. De eso se trataba ante todo y sobre todo. Pero, con decir esto, ¿estamos afrontando el fondo del problema? Dicho de otra manera: lo más hondo y determinante, que ha quedado patente en estas elecciones, ¿ha sido la preferencia política de los madrileños? ¿O hay algo más grave y serio, en lo que ha ocurrido en Madrid, que tendría que ser lo que, de verdad, nos debería interesar y preocupar?  

Tendríamos que estar completamente ciegos para no tener en cuenta de que, en el resultado de las elecciones, ha sido decisivo el hecho de la pandemia del virus 19, que tan duramente está castigando al mundo entero. Como es bien sabido, el triunfo de las elecciones ha sido para los partidos políticos que se han comportando más permisivos con la libertad de los ciudadanos para pasarlo bien y disfrutar de la oferta que cada día nos hacen los bares, restaurantes, hoteles y, en general, cuanto satisface nuestro afán de pasarlo bien en el disfrute de lo que no es estrictamente necesario para la vida.

En el extremo opuesto, se han situado los gobernantes y políticos que, ante todo, se han preocupado por el problema central, que hemos tenidos que afrontar: el problema de la sanidad. De ahí, la preocupación dominante de la libertad, en unos. Al tiempo que lo que más ha interesado a otros ha sido la salud. Y el resultado ya es bien conocido: la “libertad” ha sido más determinante que la “salud”.

Elecciones en Madrid

Es evidente que la “vida” es más importante que la “buena vida”. Pero no cabe duda que nuestra cultura ha degenerado hasta el extremo de que se antepone la “buena vida” a la “vida” misma. El resultado de las recientes elecciones es elocuente en este orden de cosas. Tan elocuente, que no necesita mucha explicación.

Y para terminar, una indicación que - sin duda alguna – es decisiva. Si el lector de esta reflexión elemental es una persona creyente, fijará (sin duda) su atención en un hecho insistentemente repetido en el Evangelio. Jesús defendió la salud y la vida anteponiendo esta defensa a las normas de la Religión y a cualquier otro interés. Incluso al interés de su propia vida, como quedó patente en el hecho de devolver la vida al difunto Lázaro (Jn 11). Un hecho que le costó a Jesús su condena a muerte. En todo caso, este cúmulo de relatos de “teología narrativa” nos viene a decir que el cuidado de la vida, la plenitud de la vida y la defensa de la vida, según el Evangelio, es lo primero. De forma que a eso se tiene que anteponer cualquier otro interés, conveniencia o deseo.

Ayuso y Pablo Casado

No me explico cómo los grupos (partidos políticos) que se autoproclaman más religiosos y creyentes, tales grupos, son los que con más interés y hasta utilizando la mentira, anteponen sus intereses económicos y políticos a una sanidad bien organizada y gestionada.

¿Es éste el Evangelio en el que los cristianos creemos? Y sobre todo, ¿es ésta la sociedad – y la gestión política de la sociedad - que nos ofrecen los que se autoproclaman fieles observantes y ejemplares cumplidores de lo que anuncian en sus programas políticos y religiosos?

Sinceramente, y estamos casados de medias verdades y hasta de mentiras.  

Boletín gratuito de Religión Digita