sábado, 26 de marzo de 2022

¿HAY UN ERROR EN LA PARÁBOLA?

 



 

 

Hoy, poniéndome frente al evangelio, frente al texto del Hijo Pródigo, la verdad, me parecía que era tan conocido que ya se le habían dado todas las vueltas habidas y por haber y todas las reflexiones propias y prestadas. Pero, de pronto me detuve frente a algo novedoso del texto. Siempre ha estado ahí, pero me parece que , habitualmente, pasa desapercibido.

Está en el final del relato de la parábola. En las palabras del padre al hijo mayor. Cuesta trabajo decir que el padre se equivoca, que lo que dice no es cierto. Además, ¿quién soy yo para enmendarle la plana al Padre?. Sí, ciertamente, yo mismo me he interpelado así. Pero, no obstante, sigue hurgándome la frase. Me refiero a cuando dice “Tú estás siempre conmigo”. Porque no. Es verdad que se quedó a habitar en la casa del Padre mientras le llegaba la hora de heredar. Pero con el Padre no estuvo.

No estuvo al lado del padre, cuando el hermano se marchó, para que el anciano pudiera llorar sobre su hombro. No estuvo, cuando el padre hacía frente a lo interminable  del camino, para no perderse el momento gozoso de descubrirlo en la lejanía y sentir que el corazón comenzaba a acelerar sus latidos, hasta verlo, a pesar de que , probablemente,  sus ojos ya no fueran excesivamente eficaces, pero lo era su corazón y su humanidad. Y, cuando ya no tenía duda, salir corriendo para fundirse en un abrazo. (Cuando estoy pensando esto y por mi mente pasan las imágenes descritas, me llegan con hondura. Me remueven experiencias. Pienso  que, tal vez, Antoine  de Saint- Exupery, se acordaba de esta escena  en el pasaje del Principito con el zorro y el sacramento de la espera y el encuentro hecho campo de trigo. Allí tampoco estuvo).

Tampoco estuvo allí para participar de un abrazo que pudo ser tripartito.

Por eso se quedó fuera y no entró.  Tampoco estaba en la fiesta. O por lo menos no tenía intención de acudir. No sabemos si al final iría o no. Lo que si es cierto es que no estuvo, no participó, estuvo al margen de todo.

Y, ¿qué es todo?

La vida del Padre.

¿O no es la vida del Padre aceptar la decisión de su hijo segundo, asumirla mientras lo destrozaba, esperar contra toda esperanza y que el hijo segundo recuperara lo que el Padre nunca perdió?

¿No es eso la vida del Padre? Pero el hijo mayor nunca estuvo. Por eso mi dificultad ante el “tú estás siempre conmigo”.

Después de darle muchas vueltas, llego a la conclusión de que equivocarse, no. El Padre, además de Padre, era listo. Por eso creo, y así no me cuesta aceptar esta frase, que el Padre, con ella, lo que hacía era lanzarle un guiño al hijo mayor a ver si él también , ciertamente de otra manera, él también volvía. Era una manera de decirle:

   “Alégrate, no desperdicies lo que tienes. No desperdicies la vida”.

Una frase para ponerla en el dintel de nuestra morada, donde de verdad estemos morando.

Un abrazo

José Luis Molina

27 de marzo 2022.

 

miércoles, 23 de marzo de 2022

!MAJACEITE !

 



 

 

Entre Benamahoma y El Bosque hay un río: el Majaceite.

Mi río y de todos , pues a nadie se niega. Es más, a todos recibe con cantos y alharacas de alegría.

Para todos tiene un recodo donde recibir cuitas y un espejo donde rememorar imágenes añoradas.

A nadie defrauda.

Las únicas que, a veces, se ven resentidas son las estrellas porque la frondosidad de sus orillas no siempre les permite reflejarse en sus aguas y recibir baños de luna. Ésta si se cuela entre las hojas de las higueras para besar a la adelfa con la salpicadura que produce su zambullida.

 


 

¡Ay Majaceite!

·      Sentado en tu ribera, tu música enmudece por los llantos de niños horrorizados o el estallido de bombas y misiles.

·      Contemplo tus aguas haciendo cabriolas entre las rocas  y en tus cascadas y me parecen una foto congelada que se va mutando en una madre que aprieta a su pequeño contra su pecho como si quisiera volverlo a su interior y así evitarle tanta locura.

·      Tus aguas, frescas y tonificantes, como siempre, bañaban mis pies pero subían como fuego hasta mi garganta abrasada por arena de desierto y pozos destruidos.

·      Ese canto tuyo , que siempre me provoca, hoy son letras del abecedario dispersas por el suelo , medio sepultadas por los escombros de una escuela en ruinas.

·      Tu transparencia, la transparencia de tus aguas, de pronto se me descubren turbias por las mentiras, intereses torcidos y crueles que acaban con tus truchas.

·      Han engañado a las estrellas y ya no caen en tus aguas. Se precipitan con cruel caída para levantar sangre y nubes de arena.

¡Río Majaceite!. ¡Inspiración y musa! ¡Mi conciencia!

¿Cómo llevarte allí  donde tu ausencia hace aún más necesaria tu presencia?

Dichoso yo, que te tengo.

Desde tu paz grito de rebeldía por aquellos a quienes les has sido arrebatado.

Repudio el mundo que te ha reducido a una ilusión.

Apuesto por la vida donde te conocí y supe que existías.

 


José Luis Molina

23 de marzo 2022

domingo, 20 de marzo de 2022

ESE CAMINITO

 



 

Ese  caminito

que me va llevando

mientras el río canta

al son de los álamos.

Ese caminito

guarda en cada esquina

aromas de sueños,

y, en sus aguas limpias,

guarda aún mis lágrimas

cuando no podía

contenerlas quietas.

Ese caminito,

solaz de mi vida,

no es una vereda

de vuelta, es de ida

y de estar andando

yendo, como lleva

la corriente viva

la flor que la adelfa,

agradecida,

puso sobre el agua.

A ese caminito

a veces lo siento

ya de retirada,

pero aún transitan

junto al agua sueños,

y esperanzas y, sí,

quimeras también,

que son sotos verdes

para la andadura.

¿Quieres encontrarme?

Pues ahí, por el caminito

sigo sin premura

 


José Luis Molina

19 de marzo 2022

 

sábado, 19 de marzo de 2022

LA MIRADA DE DIOS

 


Hoy nos encontramos, en la primera lectura, con un Dios que mira a la tierra, mira a los hombres, y se compadece de sus penurias y de sus tragedias.

Por eso , Dios es seguro que está mirando a Ucrania, a los niños de Ucrania, a las mujeres de Ucrania, a los ancianos de Ucrania, a los pacíficos  y  no  violentos  a  los que  promete  que  heredarán  la tierra  (Mt. 4,5).

Lo cual quiere decir que, desde Dios, no es la guerra y la violencia el camino de construir y heredar una tierra de paz y de justicia.

Este Dios mira a su pueblo, a sus hijos que sufren violencia y quiere librarlos de los violentos que los condenan a torbellinos de desastres y horrores.

Seguro que quienes me estáis oyendo o leyendo tenéis en el pensamiento  Putin. Ciertamente es lógico y merece muchos calificativos con certeza muy poco positivos.

Pero Dios, seguro, no solo mira a las víctimas de Putin porque todas las víctimas del mundo constituyen humanidad que nace de él y son imagen y semejanza suya.

Por eso, seguro que también oyó los lamentos de la oblación ucraniana, por los años 2013-2014, masacrados y reprimidos violentamente, desde los propios ucranianos.

Y seguro que este Dios no verá con buenos ojos no solo a Putin  sino a los que se levantan y construyen en el mundo, al precio que sea,  su lugar como potencia preponderante y aplicando la justicia según su conveniencia: Una OTAN que no se conforma con existir, pese a la desaparición de la causa que provocaba su existencia, sino que intenta crecer cada día más y que enarbola como bandera el armamentismo  para la paz, para la paz que se impone , por la propia fuerza, subyugando. Unos Estados Unidos que se sienten soberanos del mundo y están por encima del bien y del mal, que, hasta ayer, no regateaban epítetos denigrantes contra el venezolano Maduro y que hoy, por obvias razones, baila con él bailes caribeños, que condena y califica a Putin de criminal de guerra mientras ordena bombardeos en Somalia. Dios escucha los llantos en Yemen bombardeado por Arabia Saudí, oye los gritos de los saharauis (niños, mujeres, ancianos) en Agüenit que se quedaron sin escuela y sin pozos de agua por bombas de Marruecos. A Dios le injuria Israel queriendo ser árbitro de paz mientras sus bombas caen sobre los palestinos de Gaza y Cisjordania y se somete a la población a un expolio territorial  enchiquerándolos cada día más.



Dios oye lamentos de muchas partes del mundo: Siria, Congo, etc.

Dios oye sus gritos, el llanto de los inocentes ensangrentados, heridos, mutilados, muertos…

Y nosotros. ¿Oímos solo a Ucrania o también nos llegan esos otros lamentos?

Ucrania nos queda más cerca y, tal vez, eso facilite su escucha. No estoy en contra, sino todo lo contrario. Pero bien cerca tenemos el grito silencioso de los cadáveres perdidos en el Mediterráneo y el Atlántico.

Pero Dios es un Dios que oye y que habla, que no enmudece. Y manda a Moisés que sea higuera (evangelio de hoy) frente a la opresión.

A nosotros nos ha preparado el terreno, lo ha abonado, desbrozado, … para que demos fruto. Moisés es tartamudo y quiere justificarse en la inanición (basta con el lamento) con su pequeñez frente al gigante egipcio. Y Dios no acepta esa justificación.

Pensémonos en higuera y en los frutos de ella. Ciertamente no serán muchos. Pero, una vez más, no se trata de la cantidad sino de la autenticidad.

Podemos realizarnos en la solidaridad: Pero más allá de hasta donde nos resulte cómoda.

Pero hay un terreno en el que interactuamos todos: El de la educación. Lo ejercemos con nuestros hijos, con nuestros convivientes, con quienes compartimos vida, afectos, trabajo, tiempo, ocio, cultura, etc.

Y en todo eso vamos haciendo nuestro aporte a la realidad más próxima, pero también a la colectiva.

Y creo que en ese hacer es mucho lo que podemos hacer para sensibilizar y concientizar hacia un mundo más solidario, menos competitivo, sostenible, no construido sobre aprovechamientos injustos y abusos de poder sino sobre el diálogo, el respeto, la paz.

No sé si será mucho o poco, suficiente o irrelevante. Pero si creo que son frutos que se pueden pedir a la higuera.

Ayer leí una frase:

     “En vez de dejar un mundo mejor para nuestros  hijos, la solución es dejar unos hijos mejores para el mundo” que son los demás.

Ahí queda.

Un abrazo

José Luis Molina

20 de marzo del 2022

viernes, 18 de marzo de 2022

UN APÓCRIFO

 



 

Este relato que voy a contar posiblemente, de entrada, llame la atención porque otros lo han contado colocándolo en lo alto de un monte y yo no sé pero creo que pudiera ser en cualquier lugar, en un alto en el camino, en un oasis, o a la lumbre del fuego en cualquier campamento mientras la mayoría se hubieran ido a dormir.

Si como digo normalmente se ubica en lo alto de un monte  es porque al hablar de terreno de Dios, lugar sagrado, etc, en aquellas culturas religiosas siempre eran lo alto de los montes donde se ubicaba la presencia y manifestación de Dios.

Os cuento:  Jesús estaba con sus discípulos y aprovechó una ocasión en que se encontraba con Pedro, Santiago y Juan. Él pensaba que estos tres habían captado mejor su mensaje y tenían mayor conciencia de su misión.

Aprovechó que estaban separados del grupo y Jesús se puso a orar y les invitó a hacerlo.

Él no imponía que lo hicieran pero aquel día les invitó a hacerlo con él.

Ellos andaban un poco despistados. Jesús se puso a compartirles su experiencia del Padre, y les hablaba con tanta intensidad que parecía otro, como si en torno a él la realidad fuera distinta. Les hablaba de Dios Padre como una experiencia  tan íntima que Jesús debió pensar si lo entenderían porque estaban como soñando, entumidos. Pero lo que sí tenían cierto los discípulos es que el momento que estaban viviendo con Jesús, era  único.

Jesús seguí aclarándoles:

-Mirad, nosotros somos el pueblo que tuvo la experiencia de un Dios creador de personas libres, a las que amaba y libraba de toda esclavitud. A lo largo de nuestra historia hemos celebrado, en muchas ocasiones (Abraham, Moisés, etc) ritos de alianza con Dios. Por eso, de nuestra experiencia de liberación, con Moisés fuimos teniendo la LEY para tener pautas en nuestro vivir. Pero también, en muchas ocasiones, esa Ley la adulteramos, la torcimos, y ese Dios envió profetas (Elías, Isaías, Amos, Oseas,…)para avisarnos, para jalarnos las orejas, para explicarnos, con más claridad, como es Dios Padre.

Pues bien, atended. Esto os lo digo a vosotros: AHORA YA SABÉIS COMO ES DIOS PORQUE QUIEN ME VE A MI, VE A DIOS.

Esto convenció a los discípulos para caer en la cuenta que Jesús era el Señor.

Jesús continuó diciendo:

-         Se fueron elaborando muchas leyes, leyes para las que, muchas veces también, se hicieron la trampa torciéndola a conveniencia de los poderosos religiosos y en detrimento de los pobres, los huérfanos y las viudas. Pero, mirad, si Moisés fue el legislador, yo soy la ley y mi ley no es una ley que esclaviza sino que da plenitud y solo es una: Todos los seres somos iguales y nadie tiene derecho a aprovecharse del otro. El otro siempre debe poder contar conmigo. Y no os inventéis otros dioses, ni un dios con rostro distinto. Elías y los profetas nos lo han ido mostrando, pero en mi está la profecía, , la Palabra de Dios, y desde mi y en el vivir que os propongo, conocéis  lo que está de acuerdo con él. Dios no quiere ni ofrendas, ni sacrificios, ni ayunos, ni mortificaciones.  Nos propone su justicia, que es él mismo, y asumiéndola lo aceptamos a él.

Cuando terminó de decir todo esto, quedó en silencio. Su rostro estaba perlado de sudor, pero poco a poco regresó a su estado habitual.

Los discípulos quedaron mudos, como aterrados, ante  la hondura de la experiencia. No sabían que decir.

Al fin Pedro, tan impulsivo como siempre, le dijo a Jesús:

-         Maestro, esto que nos has compartido es extraordinario y no debe quedar en nada, como si nada hubiera pasado. Se me ocurre  que podríamos declarar sagrado este lugar, hacer un templo tan maravilloso como el de Jerusalén, organizar peregrinaciones , procesiones, jubileos, ceremonias solemnes que manifestaran que este es lugar de Dios. Contando contigo ,aprobar premios reconociendo como primeros a los más religiosos, etc.

Nosotros estaríamos aquí, contigo. Sería como un anticipo de tu gloria con tan solo señalar algunas normas sobre lo que se podría hacer (vestidos recatados,  respeto y reverencia al superior,  etc) y lo que no se podría hacer (desobedecer las órdenes de los superiores, formas ordinarias, bromas picantes, mala educación, etc)

 

En aquella ocasión, aunque no lo digan ninguno de los otros evangelios, Pedro también lloró al fijarse en Jesús.

Jesús nos miró y había cierta tristeza en su mirada. No habíamos entendido nada. Pedro ni sabía lo que decía y nosotros tampoco. Pensábamos que, ante todo lo que Jesús nos había compartido, había que darlo a conocer (alguna voz había hablado de lanzarse desde lo alto para demostrar su poder) y ganarles la vez a los sacerdotes del templo de Jerusalén. Nosotros les ganaríamos y tendríamos el mundo religioso y el dominio sobre las conciencias.

Lo que interpretamos fue seguir lo mismo pero cogiendo nosotros la sartén por el mango.

Pero, a pesar de todo, nos pasó la mano por el hombro y nos encaminamos hacia donde los demás. Solamente dijo: - Aún es pronto. Guardad silencio hasta que lo entendáis.   Pero id teniendo clara una cosa. El lugar de Dios sois vosotros. Cada persona es lugar de Dios.  Y en ella, respetándola, compartiendo, construyendo la vida en solidaridad se puede descubrir la presencia de Dios y la grandeza de Dios

Por eso yo lo escribo ahora.

Un abrazo

José Luis Molina

13 de marzo 2022

lunes, 14 de marzo de 2022

14 DE MARZO




 Después de las mingas de profesores, padres de familia y miembros de la Fundación Intiruna por poner al día la Escuela Inti, ésta hoy lucía como un dulce. 





Día importante hoy y así lo ha vivido toda la comunidad educativa y los miembros de Intiruna.




Hoy han comenzado las clases presenciales y con ellas el resto de las actividades concurrentes. Comedor, etc.




Todos estábamos felices a la vez que nerviosos. Era un auténtico comienzo de curso después de dos años justitos de ausencia por la pandemia.





Con ilusión y con responsabilidad, con profesor nuevos y la ausencia de otros a los que se recuerda, por delante tenemos el desafío de ponernos al día en el compromiso de nuestro proyecto, en incorporar al día día las rutinas que tras este periodo largo es lógico se hayan perdido un poco y haya que recuperarlo. Pero, por encima de todos, felices y con ilusión

martes, 8 de marzo de 2022

SE RESTABLECEN LAS CLASES PRESENCIALES

 En la próxima semana se restablecen, tras el periodo pandémico, las clases presenciales en la Escuela Inti en su desenvolvimiento normal. Por eso los profesores en estos días se alistan para tener las cosas a punto y las madres y padres de la Escuela colaboran para una limpieza general de aulas, patios y jardines para recibir a sus hijos. Hay ilusión por este momento. Gracias a quienes colaboran





CUANDO SE QUIERE Y SE SIENTE LO QUE SE QUIERE, SE BUSCA Y SE ENCUENTRA

 



 

 

Reimprimo esta foto porque me ha llamado poderosamente la atención.

El texto que la acompaña ya es suficientemente expresivo. Pero lo que quiero resaltar es la fuerza creativa de la solidaridad. Solidaridad de mujeres y madres en este día.

Yo entiendo por solidaridad el sentimiento que nace en mí cuando realmente me importa, , me duele, hago mía la situación de otras personas y no me pongo de lado sino que brota espontáneamente el actuar y aquí es donde me llamó la atención la fotografía. Y es la creatividad, el ingenio, la originalidad y la vitalidad que genera la solidaridad cuando se quiere aportar soluciones.

La solidaridad es más que dar una limosna. Es no quedarse tranquilo sino en tensión constante para buscar respuestas, soluciones adecuadas, reales, llenas de amor, de vida. Encontrar respuestas que son auténticos sacramentos de comunión

José Luis Molina

8 de marzo 2022

lunes, 7 de marzo de 2022

CAMINAR POR EL DESIERTO

 



 

 

Hoy comencé a leer el texto del evangelio (Lc 4, 1-13) y, sin darme cuenta , me descubrí parafraseándolo.

Así que decidí ofreceros mi reflexión de esta manera.

 

Tras el bautismo, es decir, la consecuencia de asumir Jesús su tarea de enviado,  la vida continuaba.

Siento que el asunto me está tocando. Yo también he hecho opciones fundamentales en mi vida pero la que es cimiento fue optar por la vida desde los valores de Jesús. Pero la vida sigue   y no precisamente lo hace  respetándolos o teniéndolos en cuenta.

Pues bien, Jesús no podía caminar por la vida de cualquier manera, por coherencia -lo hacía movido por el Espíritu

de Dios-, haciendo discernimiento, según el Espíritu de Dios, siendo fuerte, sostenido por ese mismo Espíritu,. Y esto hacía que a la vida por la que tenía que atravesar, se la pudiera llamar desierto.

¿Desierto? ¿Por qué?

·      Porque en un desierto es difícil vivir y, de igual manera, era difícil el proyecto del Reino de Dios en medio de aquello que eran los valores del mundo que le rodeaba.

·      Porque podía obviar la situación comiendo del pastel, pero el decide ayunar.

·      Porque tenía que hacer frente a lso ataques de las alimañas y fieras salvajes.

·       Etc.

Muchas veces me he parado a pensar  cómo es posible que El Espíritu lo llevara a un sitio inhóspito y perverso. Creo que no había entendido bien la forma gramatical “lo fue llevando”. Creo que es más el que, tras el bautismo, lanzado a la vida y lleno del Espíritu, éste lo llevaba, éste lo impulsaba en medio de una vida que el ser humano había convertido en desierto y donde las alimañas atacan a quiénes se oponen y no pasan por el aro. Y por eso, lo importante es la coherencia de Jesús: ayunaba, no se alimentaba de los frutos que le ofrecían y, por eso, el hecho de construir así la historia, la vida se te convierte en desierto.

Nosotros sabemos que esto también va con nosotros. Que el escenario sirve para nosotros. Pero nos justificamos diciendo que es muy difícil y nos quedamos tranquilos. Pero qué es muy lo sabemos todos, por eso lo llamamos desierto.

Pero hay algo más: 40 días. El número 40. Totalidad. Siempre. Durante toda la vida. Es decir esto no es en los tiempos malos no más. Esto es una consecuencia lógica de “llevados por el Espíritu” porque al Espíritu también se le rechaza.

Ante esto me aparecen tentaciones tales como:

·      La ley de los mínimos: “Se hace lo que se pueda”

·      “No hay que ser tan exagerado”

·      Eso era para Jesús, porque le acompañaba el Espíritu.

·      Dios quiere que seamos felices y lo pasemos bien (es cierto) , pero no es él el que nos manda un desierto como mundo ni quiere que la sed la pasen otros mientras los demás hacen estériles las espigas de trigo porque no les llega el agua que ellos gastaron en piscinas..

·      No podemos amargarnos. La realidad es de tales dimensiones que se escapa de nuestras posibilidades. También es cierto pero no podemos ignorar que esa realidad se construye con millones de pequeños aportes que forman un sistema que la mantiene y que por ello somos cómplices porque participamos de ello.

Creo que por aquí es por donde hay que situar el sentido de la conversión que es los 40 de cuaresma y no del arrepentimiento tan solo que a veces sigue siendo mantenedor.

Llegado aquí, termino. Pudiera ocurrir que si lo que Jesús nos propone es pasar este desierto “40 días”, no merece la pena. Eso depende de nosotros. El resultado dice , como punto final, que esta postura de Jesús llevaba, como consecuencia, ser servido por los ángeles, es decir participar de un Dios que quiere “ el paraíso para todos”, nos muestra el sentido para llegar a él y nos advierte de las dificultades pero también de la plenitud de la meta.

Nosotros decidimos

Un abrazo

José Luis <Molina

6 de marzo 2022

martes, 1 de marzo de 2022

HOLA AMIGOS

 

HOLA AMIGOS:

 

 


Hoy, cuando me disponía a escribir mis reflexiones para el miércoles de ceniza, me topé con el artículo “SÍ A LA PAZ” de José María Toro Alé, que también ustedes lo tienen colgado en en el chat de este grupo.

Me parece muy interesante y creo está en la línea de lo que yo quería reflexionar. Así que esta vez dejo mi bolígrafo tranquilo y os ofrezco este otro.

Así que mi aportación, independientemente de que ya lo hayáis leído, es que lo volváis a leer u oír el miércoles y, desde lo que en él se dice, y lo que a cada uno de vosotros os diga, reflexionéis como enfocar el significado de la ceniza y la cuaresma en la coyuntura concreta en que nos encontramos. Creo que no podemos pasar de Ucrania, pero, creo también, que Ucrania no nos permite ponernos de lado e ignorar “otras guerras”, físicas, psicológicas, temporales, duraderas, inacabadas, etc, pero reales.

Un abrazo

José Luis Molina

1 de marzo 2022

SI A LA PAZ