PARA TERMINAR UN POEMA Y UN PENSAMIENTO
Hambre
Hay un cielo trizado de hambre
sobre mis ruegos
y bajo mis súplicas
una enorme piedad azul de pan.
La justicia que debía llegar hoy
se ha enredado en telarañas de oficio.
El hambre tomó feriado
para no sobregirarse en lamentos
de todo lo que podía comer
lo han bebido las moscas
y delante de la mesa adeudada
me he servido tus sobras.
Hay una sonrisa anaranjada de noche
desafiando mi sueño
sabe que el vacío se está llenando de nada
y que gritaré dos veces por pan
para que me regales promesas.
Me iré a las sábanas
con un hierro cruzado en la boca
y en la rueda profunda de enzimas
el hierro acerado de rojo, duele
brasa que arrastra contactada a mis miserias
por mis venas descolesteradas.
Toca el borde del techo,
mi espalda agigantada
puedo explotar de miseria
desmayar, robar el bocado en vitrinas
pero no tendrás mi clamor.
Por un plato de legumbres
o vuelto de monedas
que no alcanzan a cinco
no venderé mi razón
antes diré hambrienta
¡hambre inhumana!
¡hambre de mierda!
¡hambre muerta de trigo!
¡hambre de matar injusticias!
Hambre de hombre con hambre
no, de pan
no, de harina
sólo
hambre libre de impuestos
de usura
interés
silencios
de plagas
y olvidos
no de punto final
hambrunas del corazón.
hambres eternas y vergonzosas hambres
hambre de mi hambre…hambruna
de pobreza, de esa otra pobreza
que no diré
por faltarme los dientes
para morderla y matarla.
Sylvia Rojas P.
Pintar es una forma de oración al mismo tiempo que el grito. Es casi una actitud fisiológica y la más alta consecuencia del amor y de la soledad. Por eso, quiero que todo sea nítido, claro, que el mensaje sea sencillo y directo. No quiero dejar nada al azar, que cada figura, cada símbolo, sean esenciales; porque la obra de arte es la búsqueda incesante de ser como los demás y no parecerse a nadie.
Guayasamín
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