Para todos aquellos que piensen que hay motivos para la esperanza. Para aquellos creyentes que piensen que el Adviento es la antítesis de creer que "ya no hay remedio o ya no es posible.
Excluyo a aquellos "creyentes", religiosos o laicos, que opinan que no se puede "hablar de Dios" desde el lenguaje, la experiencia y la referencia del encuentro amoroso del ser humano y satanizan éste como esencialmente sucio y, por ello, por donde Dios no puede pasar, porque Belén les está quedando muy lejos.
¡Cuántos besos perdidos!
¡Cuántas caricias
pude darte y recibir
y, sin embargo,
no escribieron mis dedos
la historia de nuestro amor
en la arena de tu piel
quedando en blanco sus líneas
como surcos estériles,
sin sementera!
Pero aún es tiempo:
Tú sigues... a mi encuentro.
¡Yo sigo... necersitando de ti!
Hundamos nuestro amor
en la sima del no-tiempo
y arropémoslo
con las estrellas que guardas
en el cristal de tu pecho
José Luis Molina
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