CARTA A
LOS REYES MAGOS
LOGROÑO (LA RIOJA).
ECLESALIA, 03/01/14.- Queridos Reyes
Magos, como todos los años he tratado de ser bueno, aunque no sé si lo he
conseguido. En todo caso os pido que me traigáis muchas cosas, porque vosotros
sí sois buenos.
En primer lugar os pido que ya dejéis de ser
Reyes, porque sobran reyes y príncipes vagos y moralistas en el mundo. Sobran
casas Reales que no son reales. Monarcas que representan un esquema
absolutista, machista y patriarcal de sociedades inmaduras y obsoletas. Reyes
cazadores y militares, con armas a cuestas todo el día.
Queridos magos, os pido que abdiquéis de vuestra
condición real, que en todo caso algún día alguien os atribuyó
malintencionadamente, pues nada de real os atribuyen los evangelios.
Queridos magos de oriente, también os pido que
renunciéis a vuestra magia fantástica para quedaros en simple hombres;
hombres humildes que fueron a adorar a un niño pobre de un suburbio, de una
cueva. Hombres inteligentes y sabios, que supieron ver más allá del resplandor
de las estrellas, para interpretar un mensaje de radical revolución y cambo
social. Así que con vuestro permiso os llamaré simplemente hermanos
Gaspar Melchor y Baltasar, ni reyes, ni magos.
Queridos Hermanos Gaspar, Melchor y Baltasar, os
pido que sigáis dando prioridad a lo más pequeño: a los niños, que son lo más
grande de nuestra sociedad. A los pobres, que son el exponente máximo de
nuestra miseria social y de nuestro deber moral de construir una sociedad mejor
a partir de la lucha diaria por la justicia social.
Queridos hermanos, dejadme que os llame también
hermanas, no es que crea que no tenéis el sexo bien definido, es que estoy
seguro de que en el portal de Belén además de vosotros y los pastores, hubo una
multitud enorme de mujeres que asistieron al parto, cuidaron del niño y de
María, y probablemente dejaron fuera de la cueva a José. Mi querido José
siempre tan silenciado, tan observador, y humilde. Todas estas mujeres que no
salen en las primeras escenas del Belén, pero saldrán en los momentos de
la muerte en cruz de este niño y en su posterior resurrección, seguro que
estaban allí y como vosotros y con vosotros Gaspar, Melchor y Baltasar,
hubo muchas mujeres.
Queridas hermanas, os pido también que como
cantaba Isabel a María, en este nuevo año que empieza se derribe a los
poderosos, a los chorizos, a los políticos deshonestos, a los mentirosos
institucionalizados, a los obispos infieles, a los presidentes ineptos, a los
banqueros ladrones, a los injustos directivos, y a toda la escoria que flota en
lo más alto de la sociedad. Y en cambio los humildes, los que sufren la crisis,
el desalojo, los desahucios, el paro, la guerra, el hambre, la migración
forzosa, triunfen en la revolución de la justicia que ya no puede esperar más.
Por último hermanos y hermanas me pido, os pido
que caigamos en la cuenta que no hay reyes, ni magos, que somos todos y cada
uno de nosotros los que hacemos la magia y los que administramos la justicia,
con nuestras obras de cada día.
Queridos Reyes Magos, os prometo que el año que
viene seré mejor. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de
sus artículos, indicando su procedencia).
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