Para
ti, Piedad. 8-12-2016
De
un manotazo te han robado
tu
carcajada,
tus
ojos,
silenciosamente
expresivos,
se
han vuelto grises.
Y
aquellos abrazos tuyos quebrantahuesos
que
tanto bien nos hicieron,
no
volverán por mucho tiempo.
Ahora,
¿quién te quebrará a ti los huesos
de
un abrazo?
Ahora,
que tanto lo necesitas,
¿quién
te estrujará?,
¿quién
te devolverá la risa?,
¿quién
el color de tus ojos?,
¿quién
tu fuerza de albañil?
Es
tiempo de dolor y llanto,
es
tiempo de luto,
no
es tiempo de huidas.
Llora,
llora, llora…
no
tengas miedo al llanto,
ni
huyas del luto.
No
nos prives de tus lágrimas
y
acoge las nuestras,
que
Dios también está llorando
con
nosotros por tu hija.
El
poderoso cóndor la ha raptado
y
el llanto de Dios
la
ha devuelto al seno de la Vida.
Miguel Á. Olmedo Jiménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario