¡No! dije al tiempo.
Al día dije ¡no!.
Dije no a la risa y al viento;
el sol y el sueño oyeron mi no.
¡Sí! dijo el tiempo.
¡Sí! me dijo Dios.
Nacieron ¡“si´s”! entre la hierba
fresca,
los montes , las quebradas,
expandieron el sí y el valle retumbó.
Mi no era por tí.
El sí que se ancló en mí
te hizo perdurable.
El no de aquel entonces
se lleva con el sí
que después se engendró
y te existes presente
en mis días y noches,
tras fuertes desalientos,
tras caminadas hechas,
tras júbilo y amor.
José Luis Molina
6 de abril
2018
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