Como la gota.
Como la gota verde del
limonero
que se vuelve amarilla
cantando al cielo.
Como la gota verde,
verde amarilla,
que le ha robado al
cielo
relumbre de pupilas,
relampagueos
de cantares de auroras
que acunan con susurros
que quedan en el aire
alrededor del lecho
donde el amor descansa.
Como la gota verde de
la aceituna
que verdea entre el
follaje
y el sol la dora
mientras la va poniendo
moradita, morena,
negra,
como azabache negro,
como ojos de “Platero”,
entre las ramas.
Así también la gota
que lenta se me escapa
y corretea, regando,
los surcos de mi cara,
se hace requiebro. Y
beso
a la vida donde el sol
me tostó
y el hielo me curtió
para mutarme en surco
de sementera.
Igual yo me hago gota
y siendo gota muero,
y en gota resucito,
y en gota no me pierdo
y, como gota, colocaré
mi beso
en tu frente o en tu
pecho
José Luis Molina
27 de septiembre 2018
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