Hoy, Viernes Santo.
La medular utopía cristiana.
Desde mi fe cristiana la cruz es algo
ineludible para llegar a la meta. Dios nos quiere felices, pero el camino al
valle en amanecida no rodea el Gólgota, lo atraviesa.
La cruz se puede evitar, o al menos
intentar evitarla, con la traición, la claudicación, la oscuridad, la doblez,
la ambigüedad, la huida, la mentira, el
oportunismo, la insidia, etc.
Sin embargo, la cruz por el
seguimiento de Cristo, es inevitable. No se puede ir tras él como no sea desde
la coherencia, la fidelidad y la frontalidad.
Necesito la fuerza de Dios, de su Espíritu, y
de otros, de vos-otros con los brazos en cruz para cerrarlos en torno a mi en
un abrazo que me sostenga cuando tambalee.
Viernes Santo. Ritos. Viernes de la
Cruz. Viernes de los Crucificados a causa de la fidelidad, de la honestidad, desde la inocencia.
Entonces me aparece otra imagen de la
cruz: La cruz de la injusticia en los ajusticiados, la cruz de las injusticias
en los vendidos, en los violados, en los
violentados, en los silenciados, en los reventados que vuelan por los aires en
los bombardeos, en los aplastados por la exclusión, la falta de oportunidades,
por las estructuras que generan marginación y diferencia. La cruz perversa que
deja caer su sombra desde la murmuración, la envidia, la calumnia,… También
esas otras cruces valiosas, de ricos metales y piedras preciosas
ensangrentadas, cruces honoríficas, execrable honor, dadas y lucidas, muchas
veces como reconocimiento al servicio realizado a esas cruces de injusticias.
En todo esto estaba yo reflexionando
cuando tropecé con un poema que escribí ya hace muchos años, en similar
situación. Ahí os lo dejo por si os sirve.
No temamos a la cruz, sino a los
que las hacen caer sobre nuestros hombros. Esto no lo quiere Dios.
Me duele "tanta cruz"
y, hasta me hastía,
porque hemos hecho de ella,
en vez de revulsivo,
letal adormidera.
No me hables de cruz
si huyes y te alejas
del que es aplastado.
No más piadosos gestos
ni compungidos ayes
si del aire no pasan.
Ni tan me la menciones
si se nos va a quedar,
tétrica y solitaria,
perfilándose en un calvario
que hace atardecer la vida
e intenta congelar
la irrupción de la aurora.
Esa cruz que rechazo,
esa cruz que condeno,
esa cruz que me duele y hastía,
no impulsa salvación,
solo sarcasmo,
tétrico grito que se desgarra
y rompe las quebradas.
¡Maldita cruz que sirves
para justificar
compungidos labios hacia abajo
sin denunciar los brazos
que roban, matan,...
o simplemente no hacen nada!
José Luis Molina
6 de abril del 2023
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