Con mucha frecuencia, con harta frecuencia, oigo a padres, educadores, peronas sobre los que recaen responsabilidad específica, quejarse de los tiempos y sus circunstancias. Y quieren hacer recaer la responsabilidad última sobre el fatalismo de unos poderes fácticos contra los que es imposible luchar, adoptando aí el mejor estilo de tragdia griega.
A todos los que se vean identificados con lo anterior les dedico el siguiente chiste de Perich (Por favor no se queden en la anécdota de la TV) Y lo hago con mucho cariño y desde un sentimiento de profundo compromiso.
José Luis Molina
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