Una fuerza que acabe con todo el dinamismo vital de la adolescencia y juventud, es una fuerza destructora de algo esencial. No nos quejemos. Seamos conscientes y asumamos con honestidad la responsabilidad de cada uno
Los ecuatorianos presumimos de la "hora ecuatoriana", pero, tan dados a la buena imagen, posiblemente no nos guste el segundo párrafo.
Cuando lo he visto me ha venido a la mente, de inmediato, todo el vocerío atronador que chirría por las calles, plazas y medios de comunicación de nuestro país. Voces guerreras que suenan a madera apolillada, políticos históricos lucrándose a costa de la gente, evadiendo su responsabilidad de contribuir proporcionalmente desde sus beneficios al bien común, manipulando a los más débiles en su propio beneficio.
Pero también me he acordado de esa gente, de ese pueblo, que opta por el borreguismo, que se deja embaucar y quiere ser embaucado buscando que beneficio puede obtener (a río revuelto ganancia para la viveza criolla) no queriendo ver lo que es ostensible y aceptando que le tapen el sol con un dedo.
Si el pueblo quiere lobos, lobos escondidos, lobos maquillados, lobos declarados, que los tenga. Yo llevo diecinueve años por acá y tengo muy claro y muy presente el ayer y el ahora. Y me duele que sea necesario estar permanentemente teniendo que mostrar esas diferencias para que las valoren. No las valorarán porque los que las combaten tiene su filón particular en la mina del país que piensan es suyo particularmente según la tradición de sus ancestros. Lobos hijos de lobos. (Lo de la palabra inglesa "lobby", ¿será pura coincidencia?)
José Luis Molina
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