domingo, 20 de septiembre de 2020

LA INJUSTICIA DE LA JUSTICIA DIVINA



 

Hoy se me ocurría, pensando en las lecturas del domingo,, que  son

                                                Isaías 55, 6-9

                                                Filipenses 1, 20c-24.27a

                                                Mateo 20, 1-16 ,

que Dios me decía qué cómo entendía yo lo que él nos dice en esas lectura, que lo contara a mi manera. Me daba miedo decirle que su justicia no me parecía justa. Pero él me dijo que no tuviera apuro con lo que estaba pensando, que eso ya se lo dijeron a Jesús en persona.

Así, sin miedo, me puse a pensar.  Y, para no liarme, me puse a escribir y os leo, a continuación lo que me salió:

Dice el Señor por medio de Isaías, Jeremías y muchos más profetas de entonces y de ahora, profetas suyos a lo largo de la aventura de su salvación:

El Señor le dice a sus profetas: Decid a mis hijos los hombres, las personas humanas de todos los tiempos y lugares: Mirad: Mis caminos no son lo que llamáis normalidad; mis planes son diferentes a los que, de ordinario, marcan  el caminar de las naciones, de los pueblos y de muchas personas individuales. Yo no quiero que unos se pongan por delante o por encima de los otros. Y lo que os ofrezco no lo ofrezco por méritos, sino porque os quiero. Y esos planes míos son la salvación que os ofrezco y la ofrezco a todos. Nunca es tarde pero podéis rechazarla si os quedáis en la plaza del pueblo, si os entretenéis u os ocultáis en los recovecos de la vida y desaprovecháis  las ocasiones que en esta vida os ofrezco para ser plenos y vivir como hijos míos. No desaprovechéis ningún momento. Conmigo siempre estáis a tiempo, pero las ocasiones, las experiencias,  son irrepetibles y las desperdiciadas os habéis quedado sin ellas.

Ah, y no tengáis envidia. Cada uno recibe su medida colmada, pero ésta no se mide por la cantidad comparativa sino por la calidad aceptada.

Por ello no os preocupéis de los méritos, indulgencias, etc, o de la acumulación de boletos, salvoconductos,… Preocuparos más de las piedras del camino para evitar que los demás tropiecen. Así estaréis llegando..

Estáis a tiempo  de modificar lo que os estorbe para caminar. No seáis necios.

Y todo esto os lo ofrezco con mucho cariño, con el cariño que siempre os tengo.

Eso creo que dice Dios

Un abrazo

                                              José Luis Molina

                                                        19 de septiembre del 2020

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