lunes, 19 de mayo de 2008

A USTEDES, MI GENTE DE ESPAÑA


Mientras mi avión se va a cercando a Quito, en la tarde del 17-05-08


He visto amaneceres,

y estaban cerca.


Hubo rayos, truenos

y tormentas negras

de negras noches...

y estaban cerca.


Hubo brillo de estrellas en mis ojos,

rocio en mis párpados

y momentos de alquimia intensa...

y ustedes estaban cerca.


Llegó la hora en que al salir el sol

con labios de silencios

se susurraba amores,

y ahí, todo oídos para recibirlos,

ustedes... estaban cerca.


Y ahora que en mis pupilas

el Pichincha recupera formas

que nunca se hicieron brumas...

ustedes están cerca.


Y en estos brazos

que aprietan pechos

y empapan lágrimas,

y hacen que las campanas

repiquen encuentros,

ustedes, mi gente de España,...

siguen estando cerca.


Gracias por esa cercanía,

gracias por esos abrazos,

por esos besos,

por esos silencios clamorosos en la despedida.

Gracias por quererme

y feliz porque os quiero.


José Luis.


Este poema lo leí ayer, en la Eucaristía de encuentro y bienvenidaen la que
ustedes, mi gente de España estuvieron tan cerca que estuvieron en ella.

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