Son mil y una hora...
¡Cómo ha pasado el tiempo
cuando empecé discreta
a saparar mi todo!
Y encontré razones
para seguir mi meta,
se me agrandó el sonido
para entender mil cantos
de vida llenos con voces intirunas
de una historia viva,
desde la lucha digna
desde la luz de Dios.
Y seguiré absorbiendo
el compromiso claro
de esta gente humilde
con evangelio dentro.
Nelson Vacas
(Ante una grieta abierta en la pared del local dodne tantas veces nos reunimos)
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