Tu rostro
Segurida me inspiraste.
Sabiduría trajiste.
Con tus cabellos blancos
Y mi vida cambiaste.
Ahí estás:
mirando,
diciendo,
esperando,
confiando
Mercedes Cedillo
Mi ventana
Cuando observo mi ventana
se dan muchas preguntas
que intento resolver
y que a veces no llegan a nada:
¡Sólo me queda contemplar!
Pero, entonces,
¡qué tranquila descansa mi alma:
Sólo observo mi ventana
pero observo desde mis entrañas.
Juan Carlos Zuña Raura
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