Como pájaro en vuelo
y mariposa en flor,
has bajado por tu piel
y nos has llegado.
Quejumbrosa raza extraña
de un tiempo siempre
corto para vivir,
te nos has dado.
Con la mirada en las estrellas
y las manos en la tierra,
quemando siempre la piel,
has hecho de la historia cielo.
Con tus pies embarrados
y tus manos abiertas,
tu mirada lúcida
y tu sonrisa amplia,
con tu cuerpo encinar
y tus arrugas todas,
nos has dado todo en todo:
que vale la pena vivir
pero no vivir de cualquier manera.
Que no falte tu liturgia,
y la fiesta de tus manos
y el baile de tus pies
nos eleven al cielo
en honor de lo humano
y de lo bueno
Miguel Á. Olmedo
25-3-2014
1 comentario:
Gracias Miguel por compartir con nosotros tus momentos, tus sentires, ...tu compromiso con Dios y con los Santos.
Nelson
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