Estos versos, un tanto desgarrados, nacen de un profundo cariño a Quito y a Ecuador. Me consta.
Estos versos, vulnerables a una crítica fácil desde una mentalidad muy de derechas, nacen desde un profundo sentido de justicia y un intenso esfuerzo de objetividad. Lo sé muy bien.
Estos versos, posiblemente difíciles de digerir por estómagos ecuatorianos, muy instalados en el chauvinismo, nacen desde un compromiso con el pueblo de Quito. No tengo la menor duda.
Estos versos, conscientes de toda su dificultad, son un grito, o pretenden serlo, un grito profético de denuncia ante el clientelismo, de denuncia ante la presunción de un espíritu que se pavonea de mandar a casa a sus autoridades, pero no se avergüenza de venderse con tal de no pagar impuestos para luego quejarse de lo que no se hace, pero que no mira ni valora lo que tiene delante, lo hecho, con lo que se tropieza cada día. A mi, estando de acuerdo con este grito de denuncia, me sugería la conveniencia de poner una óptica en esta ciudad. Su nivel de miopía es tal que sería un negocio. Pero me convenció el convencimiento de que el ciego que no quiere ver no tiene solución. Esa miopía no tiene salida.
En fin, estos versos me hubiera gustado escribirlos a mi, pero se me adelantó Miguel.
Y me alegro de estos versos
José Luis Molina
Quito gris.- Guayasamín
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y
apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos
como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas, pero no habéis querido!” Mt
23, 37
“Luz
de América”,
la
que orina por sus calles
y
salpica a Bolivia,
la
que defeca en Venezuela.
“Carita
de Dios”,
sahumerio
de incienso y sacristía,
mojigata donde la hubiere,
carnavalesca
sin carnaval
y
“Niño Dios” en carnaval.
“Ciudad
franciscana”,
de hábitos y buenos modales,
de primados
cardenalicios,
capital
de sabidos,
más
que quieras,
tus
sayos no pueden tapar
la
araña que te envenena.
“Luz
de América”,
la
culta que entrega sus llaves
al
clientelismo de siempre,
la suspicaz que abre sus puertas
a los vientos de derecha
con
aires de niño guapo.
“Carita
de Dios”,
que
difamas convirtiendo en verdad
injurias
de tus hijos biennacidos,
mendicante y limosnera,
dispuesta
siempre a recibir
lo
que nunca quieres dar.
“Ciudad
franciscana”,
otrora
asesina de Alfaro,
hoy
arrastras por tus plazas
el
ariete combatiente
contra
el lucro y la codicia,
hoy
has minado de bombas
el
mañana para tus hijos.
“Si me olvido de ti,
Jerusalén, que se me seque la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar, si no me acuerdo
de ti,
si tú no eres, Jerusalén, mi mayor alegría” Sal 137,
5-6
Miguel Á. Olmedo
3 comentarios:
Que vergüenza Quito, me despertaste el texto del evangelio: Dónde no los reciban, salgan de ahí, y sacundanse los pies.
Unida al poema y recordando el poema BOLETIN Y ELEGIA DE LAS MITAS, solo quisiera decir YO TAN, YO TAN...
(yo también pienso y siento lo mismo)
Gracias Miguel!!
ME HE ENOJADO LEYENDO ESTE POEMA. EN QUITO SE AN VENIDO A VIVIR PERSONAS DE OTRAS PROVINCIAS, CIUDADES Y CANTONES. CON ESTO QUIERO ASER CAER EN CUENTA QUE ESTAS PALABRAS VAN DIRIJIDAS NO SOLO A LOS QUITEÑOS Y QUITEÑAS SINO A TODOS AQUELLOS Y AQUELLAS QUE NO SIENDO DE QUITO VIVEN EN QUITO Y ESTROPEARON A QUITO CON SU BOTACIÒN, ES CABREANTE QUE POR LA GENTE QUE NO CUIDA LA CIUDAD A TODOS SE NOS CULPE DE MENDIGOS, DIFAMADORES Y ASESINOS DE ELOY ALFARO. NO TODOS LOS QUITEÑOS Y QUITEÑAS SOMOS ASÌ.
PATO ARIAS
si tambièn estoy indignado con esta postura de los votantes en quito.vendieron su conciencia al mejor postor. O acaso no hay conciencia de esta Revolución? Si no estas en este grupo, que bueno. Pero creo que también es el momento de pensar: ¡Que me falta hacer a mí por esta REVOLUION!
Nelson
Publicar un comentario