Hoy amaneció Quito vestido de
azul y de Inti (de Sol), como anunciando
una gran fiesta, una gran alegría. Se me
salió decir cuando lo note, que hoy Quito se vistió así por ti.

Cuánto has caminado junto y hacia
nosotros para vivirte así querido Peregrino. No en vano escogiste ese apelativo para
definir lo que eres: El Peregrino de la Cabeza Nevada.

También dice el diccionario que
es aquel personaje que anda o viaja por
tierras extrañas que presentan dificultades.
No cabe duda que también en ese peregrinar hacia esa línea “imaginaria” llamada Ecuador, lo raro,
lo sorprendente, el realismo mágico en pleno lo has transitado con altos y
bajos, con eventos volcánicos y hasta terremotos, provocado a veces más que por
la Pachamama, por tus ovejas que a veces han sido más que ovejas, cabras locas. Perdónanos sí el viaje te lo hemos hecho
difícil, amigo, auguramos un tiempo menos complejo y más alegre en este nuevo
tiempo, ojalá seamos capaces de lograrlo.
Y así estamos,
así estoy yo ahora, digiriendo la palabra PEREGRINO, orando a Dios tú llegada,
mientras transitas el cielo del Atlántico hacia la tierra de los volcanes,
hacia los Andes, donde te esperan tus runas con deseos grandes de ver ya tú sonrisa y sentir tu cálido abrazo.
Te queremos
José Luis y aquí ya andamos esperándote, con el reloj en mano!!!
1 comentario:
Plenamente de acuerdo contigo José, me uno y me apropio de tus palabras, sintonizo con tu sentir, me declaro "fans" de este Gran Peregrino de Cabeza Nevada y soy feliz porque él ha sido capaz de construir un puente invisible que cruza "el charquito", pero visible para los abrazos, la solidaridad, los encuentros y los recuerdos entre ustedes y nosotros.
FELICES ustedes y nosotros por tener a este José Luis en nuestras vidas
Anita
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