MUY BIEN, FRANCISCO
La renovación de la Iglesia tiene que llegar
contigo a un punto de no retorno
Un Dicasterio para los oprimidos del mundo
El Papa Francisco acaba de crear un nuevo Dicasterio, destinado al servicio y la promoción del desarrollo humano integral, con atención preferencial a los emigrantes,
los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las
víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los
encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de
esclavitud y de tortura, así como las de la trata. Dentro de este
Dicasterio entra también de lleno la protección y el cuidado de la
Tierra de la cual dependemos todos los seres vivos del planeta. Es un Dicasterio en línea directa con las Bienaventuranzas y Mateo 25,31-46: “tuve
hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era
extranjero y me acogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me
visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”
Con este nuevo Dicasterio Francisco empieza a cumplir lo que había anunciado en una entrevista en 2013: “La
Curia tiene un defecto: es Vaticano-Céntrica. Ve y se ocupa de los
intereses del Vaticano y olvida el mundo que le rodea. No comparto esta
visión y haré de todo para cambiarla”. Y añadió: “los jefes de la
Iglesia han sido a menudo narcisistas, adulados por sus cortesanos. La
Corte es la lepra del papado. La Iglesia tiene que volver a ser una
comunidad del pueblo de Dios y los presbíteros, los párrocos y los
obispos deben estar al servicio del pueblo de Dios”.
Es muy lamentable que en las 9 congregaciones que recoge el Derecho Canónico de 1983 se ocupan sólo de servicios litúrgicos, sacramentales y doctrinales. Es como si la Iglesia de Roma (y en algún sentido la Iglesia universal) se hubiera olvidado de su tarea social, de servicio a la humanidad, pues no se había creado ninguna Congregación dedicada expresamente al compromiso con los ayuda a los más pobres, a la justicia social, a los hambrientos del mundo, a los enfermos, a los privados de libertad política o religiosa, a los encarcelados, a la denuncia de las dictaduras y la injusticia, al compromiso con la construcción integral del Reino de Dios en este mundo.
Es
cierto que al lado de las Congregaciones anteriores se habían creado 11
Consejos Pontificios: Para de los Laicos, de la Unidad de los
Cristianos, Justicia y Paz, Cor Unum, Familia, Emigrantes, Diálogo
interreligioso, Cultura, Comunicaciones Sociales, Pastoral Sanitaria y
Nueva Evangelización.
Francisco, con la creación de este Dicasterio recoge todo eso, pero en un Dicasterio, en el que opta preferentemente por
los pobres, los perseguidos, los débiles, los alejados, los
desheredados del mundo, colocando al ser humano más necesitado en el
centro mismo de la misión de la Iglesia. Es la misma opción preferencial
de Jesús que recogen los Evangelios, y que debe ser el núcleo central
de la misión de la Iglesia, su razón de ser en el mundo, pues por
nosotros los hombres y por nuestra salvación Jesús vino a la tierra y se
ocupó preferencialmente de los pobres, los enfermos, los débiles, los
marginados, los excluidos, los maltratados, los explotados por la
sociedad y la religión.
Dentro del nuevo Dicasterio figuran explícitamente recogidos los encarcelados, y con toda razón, pues la gran mayoría de los encarcelados del mundo son los más pobres de la sociedad en todos los países. No
en vano tenemos en el mundo más de 10,5 millones de encarcelados.
Figuran igualmente los emigrantes: el año 2014 teníamos en el mundo más
de 59 millones de desplazados FORZOSOS, de los que 19.5 millones
eran refugiados. De Africa y Oriente Medio, solo en 2015, tuvieron que
emigrar más de un millón de personas, de las cuales murieron por el
camino cerca de 4000. Dentro
de estas grandes cifras hay un sector especialmente oprimido y
explotado: son los miles de mujeres africanas que vienen engañadas a la
UE, y al llegar se ven sometidas a la prostitución por diferentes
mafias: Solo en Baleares hay unas 700 procedentes de Nigeria. Las hay
también por el Sur de Francia, Suiza, Milán, etc. procedentes de Gabón,
Camerún, Ghana y Costa de Marfil.
Francisco pone al frente de este Dicasterio al Cardenal Turkson. Hijo de un carpintero, nació
en Wassaw Nsuta (Ghana, Africa) el 11 de octubre de 1948. En una
humilde vivienda de dos habitaciones creció junto con sus nueve hermanos
y hermanas. Habla fluidamente inglés, francés, italiano, alemán y
hebreo; hasta ahora estaba al frente del Consejo pontificio de Justicia y
Paz (¿Futuro Papa africano?.
Lo
lamentable, incompresible y totalmente injustificable es que este Papa,
que quiere ser coherente con Jesús y su mensaje, está encontrando
fuerte oposición, no solo en sectores concretos del Vaticano, sino
también con reflejos muy definidos en algunos Cardenales, Obispos,
Obispados y Curias diocesanas de diferentes partes del mundo, y por
supuesto también en los sacerdotes que los secundan. Entre los
opositores a Francisco figuran el Cardenal Sarah que quiere volver a la
misa de espaldas al pueblo, Gerhard Müller, a quien trajo a Oviedo el arzobispo Sanz Montes; junto a estos, como opositores a Francisco figuran también Angelo
Sodano, Tarcisio Bertone, Marc Ouellet, Leo Burke, George Pell, Camilo
Ruini, Carlo Cafarra, Giovanni Batista Re, Angelo Scola, Elio Sgreccia,
Walter Brandmüller, Antonio Rouco con sus afines de Getafe,Oviedo (que en
diciembre pasado expulsó, sin justificación ni explicación alguna, a
los 35 voluntarios de Pastoral Penitenciaria de la cárcel de Villabona
de Asturias), Toledo, Sevilla, Granada, Pamplona y Segovia, así como Martínez Camino, auxiliar de Madrid.
Hermano
Papa Francisco, sigue adelante y con firmeza inquebrantable renovando
la Iglesia. Elegiste intencionadamente el nombre que ostentas como Papa
en recuerdo y compromiso con aquellas palabras del Cristo de San Damián a
Francisco de Asís, que conoces muy bien "Ve, Francisco, y repara mi Iglesia, que amenaza ruina",
Muy
bien, Francisco. Con este nuevo Dicasterio quieres impulsar la misión
más importante y principal de la Iglesia en este mundo: trasmitir a toda
la humanidad y toda la creación el mensaje más importante que hasta hoy
ha conocido la historia, el de Jesús de Nazaret, para un mundo de amor,
justicia, fraternidad, solidaridad, paz, esperanza y vida para todos
los hombres y toda la creación, desde la dimensión más inmanente de esta
frontera de la vida, hasta la más trascendente de la plenitud
definitiva para todos y para toda la creación.
Aun
te queda mucho por hacer. Sigue adelante sin parar, de tal manera que
el proceso renovador que estás impulsando, llegue a un punto de no
retorno, en que el proceso de renovación ya sea irreversible. La
Humanidad lo necesita. Dios nos lo pide, a ti y a todos.
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