En la Escuela “INTI”
Terminamos sanos, salvos y agradecidos el
año escolar 2017 ---2018
Pensando en la excursión del cierre del año escolar
2017 – 2018 en nuestra Escuela “INTI”, optamos por dirigirnos al Parque Metropolitano
de la Armenia, ubicado en la misma ciudad de Quito, a la altura del puente tres
de la autopista General Rumiñahui.
Con el equipo docente todo lo preparamos con mucha
meticulosidad, recreando esos bonitos tiempos cuando preparábamos estas
actividades con Miguel y José Luis, (ESTOS DOS LOCOS, NOS HICIERON TANTA
FALTA0), nos conformamos en equipos de trabajo, no queríamos nada improvisado,
por ello, tres días antes, fuimos todo el equipo de docentes a conocer el
lugar, pa´ hacernos una idea del espacio geográfico donde íbamos a disfrutar
con nuestro pequeños INTIS.
El día tan esperado por todos llegó, especialmente,
para los niños que, según versiones de ellos mismos, casi ni durmieron la noche
anterior, pues, tenían miedo de quedarse dormidos y no querían llegar tarde a
la excursión.
Y bueno, la sorpresa nos dio este “agua-fiestas” de San
Pedro, Quito amaneció muy nublado, con lluvia y con un frío que calaba los
huesos, a pesar de esta sorpresita de San Peter, decidimos llevar adelante el
paseo y, entre todos los niños, los profes y los 15 voluntarios que nos
acompañaron, soplamos con todas nuestras fuerzas a ver si las lluvias se iban
en otra dirección, casi, casi lo logramos.
Llegaron los buses contratados para el evento y nos
dirigimos el famoso parque, desde donde está ubicada nuestra escuela, hasta
llegar al destino, hicimos, sin interrupción, 20 minutos de viajeAl llegar a la
Armenia, desayunamos y sin perder más tie mpo, cada profe con los
voluntarios que se les designó para que los acompañasen, tomaron sus rutas y
acordamos encontrarnos en un punto central para almorzar juntos.
Cada profe, ya manejábamos la información sobre este
espacio recreativo y lo importante era transmitirlo a los pequeños: este parque
cuenta con un área de 32 hectáreas y es el hábitat de cientos de especies.
En la flora podemos encontrar abundantemente el ciprés y el eucalipto
incluyendo a al rededor 72 especies más. En la fauna el número aumenta, existen
más de 300 especies de aves, entre ellos los colibríes, tórtolas y torcazas.
Este Parque fue habilitado para la ciudadanía en el
2010, cuando La Alcaldía Metropolitana de Quito tomó el lugar. Según el
guardabosque Carlos Quiñonez el lugar se conserva con dos fines importantes: El
cuidar el hábitat de cientos de especies y utilizarlo para el beneficio de
la ciudadanía.
Siete senderos, en la espesura de un bosque de
cipreses y eucaliptos, nos ofrecía el parque ecológico de La Armenia. Cuatro de
ellos están identificados como Centauro,
Hadas, Duendes y Dragones, nombres muy acertados, porque al ingresar en
ellos es como entrar a esos paisajes encantados que nos presentan en las
películas de hadas y duendes; estos se distribuyen en las 48,41 hectáreas del
área verde. Unos arcos de madera indican su inicio y su final. En su interior
disfrutamos del trinar de aves, del olor de las plantas y de la sombra de los
robustos árboles, que tienen más de 50 años. Al caminar se escucha crujir de
las hojas caídas en el piso, las bancas que teníamos a disposición eran unos troncos
cortados para el descanso.
Antes este espacio fue un vivero y se conserva la mitad de él.
Además de los
senderos, el parque ofrece dos ciclo-rutas, de 3 kilómetros cada una. También
hay un área para adultos mayores, con seis máquinas para hacer gimnasia
isométrica, algunos de nuestro profe y voluntarios aprovecharon para intentar
bajar unas libritas de peso, creemos que las caminatas por las rutas, más de
una de las personas adultas de la excursión, bajamos por lo menos una librita.
Encontramos juegos de madera que sirvió de recreación
para los más pequeños INTIS,
aprovechamos los sitios señalados para acampar y hacer parrilladas.
En las dos
canchas de futbol, los voluntarios y los niños armaron sus equipos de futbol,
apostaron la copa de oro para el equipo campeón, lamentablemente, teníamos que
encontrarnos con los otros grados para almorzar juntos y el partido se
interrumpió, mientras regresábamos para al sitio de encuentro, conocimos el rincón
canino.
Todos teníamos mucha hambre, así que cuando llegamos al sitio de
encuentro a la hora establecidos el equipo que conformaba el servir el almuerzo
ya nos tenía preparado el almuerzo
A pesar de escasa lluvia que nos acompañaba, almorzamos sin apuros, el
tiempo que nos quedó dejamos limpio el lugar y allí mismo volvimos jugar,
esperando a que llegasen los buses para que nos lleven de regreso a la escuela,
donde los padres de familia ya nos estaban esperando para recoger a sus hijos.
Fue una linda experiencia, sobre todo, disfrutar con nuestros pequeños
INTIs y despidiéndonos con algunos de ellos, pues, irán a otros colegios para
continuar con el 8vo año, con otros pequeños nos volveremos a ver en el
proyecto de refuerzo pedagógico y con los que no requieren asistir a este
proyecto y se van de viaje nos reencontraremos en septiembre.
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