domingo, 6 de agosto de 2023

SIMBOLISMO QUE NO MAGIA



 

 

En esta semana nos encontramos con el evangelio vulgarmente conocido como de la Transfiguración.

Considero que es un texto muy importante pero sobre el que hay que aclarar que es un evangelio que no trata de manera alguna  de presentarnos actuaciones o comportamientos mágicos de Jesús.

Por eso vamos a intentar, una vez más, aplicar nuestro esfuerzo en su comprensión.

Primero fijémonos en el nombre: Transfiguración. ¡se  transfiguró!. Y esto quiere decir dejar ver detrás de la figura o ver más allá de lo que en un primer golpe de vista percibimos o captamos.

Creo que desde esta perspectiva es como debemos intentar mirar y grabar el significado de este evangelio, lo que se nos dice en él.

No es de magia de lo que se nos habla, ni de apariciones esotéricas , sino de símbolos y contenido simbólico.

Moisés representa la Ley,  es decir, el proyecto de Dios, su intención frente a todas las realidades vitales. Moisés son los mandamientos, ….

Elías representa a los profetas, es decir, la interpretación que se hace de la realidad desde los criterios de Dios, desde esa ley.

Pues bien, en medio de ellos, aparece Jesús transfigurado, es decir,  es la imagen del propio Jesús pero transfigurado,  el mismo pero distinto, resplandeciente porque en esa persona de Jesús, plenamente humano se encierra la plena realidad de Dios. Dios es “como Jesús” y Jesús es como Dios porque Dios está en Jesús y todo lo que de Dios podemos saber lo hacemos a través de Jesús.

Por eso Moisés, la Ley, la intención de Dios, es plenamente Jesús. De igual manera, la manera de interpretar la vida ,de descubrirla   y de poseerla se logra a través de la mirada de Jesús y sus propuestas. Por eso Jesús es la profecía de Dios, la Palabra de Dios. No es, pues, Jesús, una mera devoción. Tampoco un ídolo o imagen a quien adorar y reverenciar desde la distancia quedándonos iguales, indiferentes, sin ser transformados. Porque la transfiguración no solo se produce en Jesús  y se sitúa en el más allá, sino también en la vida y abarca a todo el que, en verdad, acepta esta realidad de Jesús que su transfiguración nos hace vislumbrar, manifiesta, ilumina, aclara.                                                       

Por eso no valen las posturas devotas, recogidas, prudentes y religiosas que Pedro propone con las tres chozas.

Y por eso Jesús vinculará todo el sentido de la transfiguración con la resurrección, con la vida resucitada ya que solo desde esa vida resucitada, transformada, esto deja de ser teoría.

Un abrazo

José Luis Molina

6 de agosto del 2023.


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