Desde Apocalipsis 7
Hace unos días escribía de hojas,
de hojas caídas, ¿hojas muertas?.
¡Ciertamente no!: Hojas memoria
que llevan grabado en su cutícula
nombres, fechas, amores,
encuentros y también desencuentros,
ilusiones y también empresas
que no llegaron a ser lo que querían
pero que, más allá de eso,
pasaron superando el desencanto.
Hojas “historia”, hojas
“experiencias”,
vida contenida en esas hojas,
vidas servidas que, alfombrando
senderos,
enmarcan rutas, alientan caminos,
y, desde la mirada, provocan
solaz, descanso y calma.
Pero hoy, entre las hojas,
se abre paso un destello:
¿Es lágrima vertida, gota de lluvia,
diamante de joyero?.
ES SONRISA DE TRIUNFO,
del triunfo que emerge de esas hojas,
del triunfo de ser y de ir siendo
lo que quiero y deseo,
lo que, como llamada, fui sintiendo
a través de la noche, la aurora y el
viento,
sonrisa enraizada en el vivir de
muchos,
sonrisa compartida
en el abrazo de miles de romeros.
José Luis Molina
1 de noviembre
de 2018
Felicidades
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