A ustedes, niños del INTI, y de
cualquier parte del mundo.
Quiero contaros algo:
Yo ya tengo muchos años. Tengo el
pelo blanco. Y se me puso así, tan
blanco, ahí, entre los niños del Inti.
Hace mucho que fui niño. Pero… ¿saben
una cosa?. Una vez se me concedió un don. Y éste era que mis brazos, que son
normales, como los de todo el mundo, se
puedan alargar, si quiero, , y así puedo abrazar a cualquier persona, esté
donde esté, y a cualquier niño porque estos brazos me llevan para atrás, como
hasta los
tiempos en los que yo también era niño.
No os deseo que no crezcáis. Sería
horrible. Tenéis que crecer y haceros personas, personas de una vez. Personas fuertes para ayudar a los débiles y
capaces de aguantar en los momentos difíciles. Personas generosas para
compartir y personas con un corazón grande para amar a la persona con la que
construyáis vuestras vidas, amar a vuestros hijos, pero también a vuestros mayores y a cualquier ser humano. Creced ,pero
respetaos entre los compañeros con los que ahora compartís la vida.
Y UNA COSA DESEARÍA PARA TODOS
USTEDES:
No mintáis. Lo importante es lo que
sois, no lo que queréis aparentar. No bajéis
la vista para huir de la realidad.
Y, de vez en cuando, por la noche,
mirad el cielo. El firmamento nos habla de lo inmenso de Dios y de lo inmenso
que somos todos y cada uno.
Al abrazaros hoy, día del NIÑO,
vuestro día, aunque vuestros son todos
los días, que en mis brazos les llegue también un poquito, o un mucho, porque
he puesto brazos grandes, de mi cariño a
vuestros maestros. De ellos y con ellos, aprendí a quereros. Y por lo que tengo
como ellos, os sigo queriendo.
José Luis Molina
El Peregrino de la Cabeza Nevada.
1 de junio del 2022.
1 comentario:
Lo he leído; con un corazón abierto, y llegó a la conclusión, de solicitar que siga escribiendo, por favor, maestro de chicos y adultos entre ellos yo; gracias por su cariño.
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