domingo, 6 de junio de 2021

¿CÓMO CELEBRAR EL CORPUS?

 


Tengo bastantes años y mi memoria, sin presunción,  creo que funciona francamente bien.

Por eso aún recuerdo, y lo recuerdo todos los años, en los tres días respectivos, el dicho aquél  de “Hay tres jueves en e año que brillan más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”.

Todo esto viene a cuento porque, en esta semana, empecé  a ponerme en situación de oración y reflexión en torno al Corpus desde antes del jueves.

Además en Toledo, Sevilla y Granada se sigue manteniendo en jueves como fiesta brillante,  con declaración oficial de “Interés Turístico Nacional”. También en Zahara de la Sierra y El Gastor está declarada de interés turístico.

Pues bien, como ya he dicho, con tiempo empecé a buscar elementos desde donde apoyar mi reflexión y hacer oración.

Lógicamente, como de costumbre, en primer lugar me fui a los textos. De ellos entresaco los fragmentos que siguen a continuación.

 

Del Éxodo 24, 3-8: “… Moisés tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió: Haremos todo lo que manda el Señor y le obedeceremos.

Moisés tomó la sangre, roció al pueblo diciendo: esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros”

Y de este texto subrayo, a continuación, como datos importantes:

·       Ofrecimiento de un proyecto por parte de Dios (su voluntad)

·       Aceptación del pueblo.

·       Alianza en la sangre.

             (La alianza DE DIOS con la humanidad siempre se ha

             expresado con este esquema.

 

Y en el evangelio de Marcos  14, 12-16.22-26 se repite lo anterior pero superándolo de manera radical y absoluta: “… Tomad, esto es mi cuerpo. Les dio la copa, bebieron y dijo: Esta es mi sangre, sangre de la alianza derramada por todos”

Es una alianza de comunión porque además no es individual: El pueblo se define singularmente pero la tarea “Haced esto…” es realidad colectiva de comunión.

Después de lo anterior busqué rastro de todo esto en la realidad.



Me detuve en las Primeras Comuniones (mayoritariamente también la última) y me da como que no. Esto me evoca a fiesta, regalos, peso sociológico y cultural, pero no me huele mucho a pan compartido y a mesa redonda donde quepan todos.

Seguidamente me fui a publicaciones especializadas, focalizadas , precisamente, en el jueves grande en Toledo, Sevilla, Granada.

 


La información, ya conocida habla de mitras, cabildo, autoridades políticas y militares, custodias  (indudablemente obras de arte, costosísimas – costaron sangre y vida de muchos nativos para obtener el oro y la plata-), exposición en atrios solemnes (no solo van a ser alfombras rojas). Todo ello hablaba a gritos, gritaba deseos y añoranzas de un pan eucarístico y una sangre de alianza poderosa y con poderío que no tiene muchos nexos con la de la columna, las piedras del enlosado, las de las calles de Jerusalén o la que se derramó como unción desde el costado

 

Tampoco estos datos  me proporcionaban  un ESTAR DONDE DEBE SER… : Solemnidad, primeras autoridades, ( A aquella cena de Jerusalén no asistió ni el Sanedrín, ni Poncio Pilato, ni hubo guardias ni centinelas,…) Me supo a escaparate, idolatría, ostentación de poder, etc.

 

Seguí buscando y encontré estas dos canciones que adjunto también. Ya las conocía.


Las he oído varias veces. Con ellas si he orado. Ellas si me muestran lo que Dios propone, me propone, nos propone. Y sin olvidarme de mi historia, he mirado la  que es presente y la que espera para serlo.

Toledo, Sevilla, Granada, bellas ciudades de las que hoy paso de largo.

Vuelvo a oír las canciones teniendo muy presente el domingo del Corpus, el primer día de la semana y, el lunes, es muy buen día para la tarea.

Nos vemos. No se nos olvide el despertador.

     José Luis Molina

              6 de junio 2021

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