martes, 20 de julio de 2021

NI AMBIGüEDAD NI PERMISIVIDAD: EMPATÍA

 





Después de leer los textos de hoy, me surge una cuestión a dirimir: ¿ La palabra de Dios es un compendio de buenos deseos que no importa si se quedan en teoría o, por el contrario, es la promulgación, la manifestación de la opción, la meta por la que Dios se ha definido y  no compatible con otras posturas intermedias e insípidas?

Si de Jesucristo solamente admitiéramos su divinidad, es decir, la presencia de dios en él, podría servir de estupendo escaparate donde recrearnos, admirarnos y alabarlo. Pero si admitimos, como no puede ser menos, su plena humanidad es que ese proyecto de dos es para aquí y ahora, en este tiempo y en este estado.

Puedo admitir, y admito, que el trigo nace entre cizaña, pero no puedo admitir qe el trigo sea cizaña.

Y, sin embargo, releamos los textos. Y se nos aparecerá no coexistencia sino, en muchos casos , connivencia.

Por ejemplo: de la primera lectura normalmente se le aplica a los sacerdotes y, cuando se escribió la profecía de Jeremías, iba a ellos dirigida pero hoy, por el bautismo todos somos sacerdotes y, por lo tanto pastores en función de los demás, no para aprovecharnos de ellos o ignorarlos si nos son molestos. ¿Nos educan en la fe, educamos en la fe, en esta opción de pastoreo, de servicio por los demás.? Si más que fallos, nos quedamos en buenas intenciones no más, ¿cómo llamaremos a eso?

Este Jesús, realidad de Dios en  su plena humanidad, que asume también la nuestra “ha derribado el muro que separaba: el odio” (Efesios 2, 13-18)   haciendo así posible la paz y la justicia.

Pero  ¿qué pensar frente a las competencias entre los creyentes, a la división de las iglesias, a las guerras de religión y a las lacras de xenofobia, racismo, homofobia, etc?

En el Evangelio creo que está la clave: los discípulos regresan después de la misión. No han cambiado el mundo pero han hecho lo que tenían que hacer y, a pesar del cansancio, la disponibilidad está pronta y esto por una razón: Jesús, el Hijo de dios, la presencia de Dios en la humanidad y para la humanidad nos propone como carril por el que circular el de la EMPATÍA: me importa el otro y soy en el otro.

Que así sea

Un abrazo

José Luis Molina 

18 de julio 2021

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