Se movía el eucalipto
y no había viento.
Lucía la luna
a pesar del sol.
Y cantaba el agua
a pesar del silencio.
Y en todo eso, Dios
y el hombre:
Yo que lo contemplo
y que, tras ser testigo
del viento, de la luna, del agua,
me siento río,
barquero de la vida
que besa las riberas.
José Luis
Molina
21
julio 2021
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