domingo, 30 de octubre de 2022

PEQUEÑO PERO GRANDE

 


 


 

Hoy, en el evangelio, tenemos un personaje muy conocido que a mi, personalmente, me cae muy bien: ZAQUEO.

Por ello os invito a que centremos en él nuestra reflexión. Creo que puede aportarnos mucho.

Primero vamos a ir destacando sus rasgos personales:

·      Publeicano ,  es decir, recaudador de impuestos y transacciones comerciales no muy claras.

·      Además de publicano era jefe de los publicanos,es decir tenía otros publicanos bajo sus disposiciones.

·      Rico,es decir,  le iba bien el negocio beneficiándose de los impuestos.

·      Los publicanos, mal vistos por los judíos, eran puestos importantes en la administración romana.

·      Quiere conocer a Jesús. Ha oído de él, sabe de él pero quiere tener experiencia de él.

·      Pequeño de estatura. A juzgar por  el tono del evangelio, casi enano.

·      No consigue ver a Jesús, acercarse a él. Los obstáculos son grandes, importantes, verdaderos obstáculos.

·      Corre para adelantarse y vencer los obstáculos y, un sicomoro, no se le rersiste.

 

Se produce el encuentro, la experiencia de hablar, escuchar y ponerse ante Jesús (oración)y estamos frente a un milagro que llamaremos conversión.

 

Vamos ahora a mirar deteniéndonos en las notas destacadas  y lo que suponen en el Zaqueo del evangelio y, al mismo tiempo, en paralelo, nos fijaremos en “otros Zaqueos” a los que no debemos parecernos.

 

El Zaqueo del evangelio sabe de Jesús, pero no lo conoce, sabe que eso no es suficiente, que necesita toparse con él, y lo busca con empeño.

“Otros Zaqueos” también saben de Jesús, y creen ya tienen bastante: le rezan, tienen imágenes y así ha sido siempre, así van tirando, pero desnudarse frente a Jesús es otro cantar y nunca aparece el momento oportuno.

Zaque es pequeño, los impedimientos son grandes, pero pone ñeque, empeño y se apresta con todos los recursos que tiene para lograr el encuentro: corre, se sube a un sicomoro, estudia por donde va a pasar.

“Los otros Zaqueos” no niegan lo que hay que hacer pero    hay peros: estoy cansado, soy mayor, los deberes familiares sociales, económicos, etc, lo impiden, ocupa mucho tiempo, hay otras cosas (casi siempre prioritarias). Es más , no niegan mantener relaciones de encuentro siempre que no alteren el programa establecido.

Zaque no oculta lo que es y sabe que, una vez producido el encuentro, la cosa no puede seguir igual. Se produce el cambio, la conversión, le da la vuelta a la tortilla, es otro Zaqueo. Es un Zaqueo resucitado. En “su casa” ha entrado la salvación.

Los “otros Zaqueos” han acomodado la casa a lo que se pueda, no necesitan cambiar nada. Como el de la semana anterior dan limosnas, rezan  y acuden a actos religiosos. No hace falta hacer tanto revuelo. En “sus casas” dicen que ha comido y bebido el Maestro. Pero, eso sí, hay algo que no les gusta y les preocupa: Se junta con gente de mal vivir, de sus ideas lo mismo: hay que tener cuidado y cuidarse, da mucho que hablar y mal,… Total que , a pesar de “tantas comidas” no cambian nada ,no lo necesitan.

Pero el Hijo del Hombre que se para debajo del sicomoro, ha venido a buscar y proponernos salvación                                                                                                                                                                                                       y transformar la realidad en vida resucitada.

Sigue pasando por la placita del sicomoro. No lo olvidemos. Y no nos quedemos desde arriba mirando. No tengamos miedo de bajarnos.

José Luis Molina

29 de octubre del 2022

No hay comentarios: