sábado, 12 de noviembre de 2022

ORACIÓN CON EL PARE NUESTRO EN EL DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo C)

 


Esta semana, después de leer los textos del domingo XXXIII, mi reflexión se hizo oración y tomó el rumbo que os transcribo.

 


PADRE NUESTRO:

Quiero decirte, quiero expresar mi deseo de que, cada vez que diga estas palabras, esta invocación, no sea de rutina, tenga presente a los “otros”  que también son tus hijos. Que pensando en ellos no me invada un sentimiento de compungida y estéril lástima que se muere en un estéril lamento. Que, para el sol de justicia. no me ponga gafas oscuras sino que, inundado por él ,empuje la salud y la salvación para los demás.

Así tu Reino irá llegando, vendrá a nosotros tu Reino, es decir, con tu hijo Jesucristo nos embarcaremos, me embarcaré con otros, en hacer creíble  un año de gracia para los que son víctimas del orgullo, la ambición, la envidia, el rencor, la violencia y la egolatría. Sí, porque cada día, tengo más claro que esa es tu voluntad, una voluntad de vida para todos porque, mientras parcelemos ese nosotros, esa voluntad tuya no llegará a todos.

Por eso, Señor, líbrame de la holgazanería que tus hijos quichuas condenan. No tenemos una vida para desperdiciarla, para llenarlas de pompas de jabón. Tu voluntad es invitarnos al trabajo que sea pan que nos alimente y pan que alimente a otros. No se trata de ahorrar, de guardar en graneros, sino de compartir. De esta manera no faltará la harina ni  se acabará el  aceite en la alcuza.

La violencia solo se rompe con el perdón y el respeto. Tú no quieres que nadie toque ni un pelo del cabello del otro. Que mi perdón no sea tanto en la amnesia sino en que la memoria me sirva para optar por hacer de la vida templo de tu presencia. No me quiero quedar tranquilo si caigo en la tentación de utilizarte para justificar mis claudicaciones por el miedo o, por lo mismo, que al pedirte me libres del mal, justifique la incoherencia por la persecución, Dame fuerzas  para afrontar los efectos de la envidia, la doblez, la apariencia y el egoísmo. Líbrame de caer en ese mal, perdón por cuando he caído, reconcíliame con el prójimo dañado.

Amén

José Luis Molina

13 de noviembre del 2022

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