domingo, 11 de diciembre de 2022

ENCAJANDO PIEZAS

 


De entrada os comparto  que, para la reflexión de hoy, he pensado hacerlo, poco más o menos, como si fuera ejecutar un puzle.

Vamos a ir disponiendo primero una serie de element
os que han ido saliendo, o salen hoy,  con los que vamos a ir elaborando el perfil de Adviento.

Tal vez el que espontáneamente surge primero es el de la ESPERANZA. Adviento es esperanza. Es esperanza a pesar de … Es esperar por encima de las dificultades.

Pero no es una esperanza ingenua, de buenos deseos y poco más por no decir y no más. Todo lo contrario. Es una esperanza madurada en la espera activa, comprometida, operante.

Adviento nos habla de esperanza y, en esperanza, nos habla de promesas que no son sueños angelicales sino utopías  del Reino, del reino que viene y ya está aquí, aunque entre cizañas, espinas y zarzas, pero que ya está aquí porque ha llegado pero sufre violencia  hacia la plenitud, sufriendo , en el irrumpir, dolores de parto. Es el ya, pero todavía no. Por eso es una esperanza que nos compromete y, si nos situamos en ella nos impele a “esforzarnos para que pueda ser”. Es condición sine qua non. No sirve, no es correcto, hablar de la esperanza desde la pasividad como es irreconciliable dolerme de la sequía para la sementera mientras despilfarro agua en las piscinas.

Por eso, el adviento y todo lo que llevamos comentado, requiere de SIGNOS. Pero no signos propagandísticos para salir en el periódico sino de signos que testimonien, que verifiquen, que estamos correctamente situados en la espera de lo que esperamos y por lo que trabajamos. Por eso hoy aparece el Bautista, que merece el elogio evangélico, pero que en nuestros días, y si nos interpela de verdad, sería tratado de extravagante, exagerado, extremista, radical, antisistema, bolivariano,… y no sé cuantas cosas más. Porque, efectivamente, todo en él es signo, signo de cambio radical, signo de una opción que se opone a lo “correcto” social y religiosamente contemplado, pero signo de coherencia con el proyecto de Dios que anuncia.

PIEL DE CAMELLO, MIEL SILVESTRE, BAUTISMO DE CONVERSIÓN (INMERSIÓN EN UNCAMBIO DE MENTALIDAD), VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO, …  ruptura con las víboras y las mentalidades de doble imagen y oposición a los “fariseos” que, en hileras, bien ordenados, posaban para que , con su manifestarse, ocultar lo que no hacían: la conversión.

Y son los signos el LENGUAJE DE JESÚS: Vayan y digan lo que han visto, de lo que son testigos,  lo que, convertido en experiencia , mantiene la esperanza.

Pues bien, para terminar, quiero hacerlo situándonos en la primera lectura:

·      VOLVERÁN LOS RECATADOS

·      PENA Y AFLICCIÓN SE ALEJARÁN

·      NO SE HUNDIRÁN MÁS PATERAS EN EL MAR

Por eso os invito a que, para este domingo, los cánticos que retumben en nuestro interior resuenen a

·      Liberación

·      Respeto

·      Derechos humanos

·      Respeto a los derechos humanos.

·      Hagámonos hombros para sostener a los que les  vacilan las rodillas. Y por eso, FORTALEZCAMOS LAS NUESTRAS para que no se doblen.

 

Con la fuerza del Señor es posible.

José Luis Molina

12 de diciembre del 2022

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