domingo, 25 de junio de 2023

UNA DE MAFALDA



 

 

 

Hoy espero que me admitáis una sugerencia: Y ésta es que, para comenzar nuestra reflexión, echemos un poco cuenta de Mafalda y sus amigos, en concreto de Felipe.

Supongo que Mafalda es bien conocida de todos. Esa niña, hija de Quino, con una capacidad de síntesis, una claridad de ideas y una velocidad de reacción que embelesan y cautivan . Felipe , posiblemente de todo el grupo, sea su amigo más íntimo.

El personaje de Felipe es muy imaginativo y soñador. Cree que sus sueños son reales. La escuela le angustia. Se imagina situaciones o milagros raros para verse liberado de la escuela. En el fondo está que es muy inteligente, tanto que sobrepasa a la escuela.

Pues bien, de Mafalda va hoy;

Mafalda vio de lejos a Felipe y se acercó lentamente, sin hacer ruido pues lo veía cabizbajo, ensimismado, como preocupado.

Tan sigiloso se acercó que, cuando llegó donde él y le puso la mano en el hombro, Felipe dio un respingo con una exclamación de susto.

Mafalda le dijo:

-         Muy en otro lugar estaba tu pensamiento cuando acercarme te ha producido tremendo sobresalto, ¿o es que ahora te doy miedo?.

-         Nada de eso, -respondió  Felipe- pero sí algo que oí en la catequesis y que no me cuadra. Pregunté, pero tampoco me dejan satisfecho las respuestas que he recibido.

Estaban leyendo el evangelio y Jesús decía: “No tengáis miedo”

Y los motivos para no tener miedo es que a Dios le importamos. A Dios le importa la vida, hasta los últimos pelos de mi cabeza. Somos más que los gorriones, que también le importan.

Pero también escuché al profeta Jeremías. Sufrió el acoso de sus enemigos y sintió miedo. Confiaba en el Señor, pero sintió miedo.

Cuando compartí mi miedo en el grupo  me contestaron que tenía que tener confianza en el Señor. Que con fiando en él, no tenía nada que temer. Y me acordé de Jesús en Getsemaní: Tuvo miedo aunque confiaba en el Padre. Y sí le pasó la causa de su miedo. Y me acordé de nuestro San Romero de América. Confiaba en Dios y no un solo pelo, la cabeza entera hicieron rodar por el suelo. Me acordé de Francisco y de como, en el mismo Vaticano ponen palos a aua ruedas.

Y me acordé de ti, Mafalda que, en una ocasión, dijiste que el que piensa y no calla sus convicciones y se manifiesta con frontalidad, encuentra la oposición enfrentada del orden establecido socialmente, y eso da miedo.

Entonces la explicación de no tener miedo si confío en Dios no me sirve, porque ,en las situaciones anteriores,  hay consecuencias que pagaron inocentes.

-         Mira, Felipe – le contestó Mafalda-. Esa gente tendrían razón Han querido dibujar un Dios como un antídoto que evite que el poder del veneno surta efecto. Queriendo un Dios para eso, tendrían razón en esa interpretación. Pero eso no es así.

-         Los casos que tú pones lo demuestran, porque Dios no es un antídoto.

-         Precisamente el texto va por el lado opuesto. No busquemos a Dios como antídoto.  Dios es lo contrario. Frente a una vida de culto al ego, al poder, al dominio, al abuso, etc, Dios es todo lo contrario, la otra propuesta. Si desde él la vida tiene sentido hasta la de un gorrión, mucho más la nuestra. Estemos tranquilos, aunque tengamos miedo a los asesinos de la vida, a los que la esterilizan. La nuestra está llena de la presencia de Dios.

Que así sea.

José Luis Molina

25 de junio del 2023

 


1 comentario:

Adri dijo...

Gracias José Luis por tan ilustrada explicación, desde lo que conocemos de Mafalda y los que seguimos las ilustraciones de Quino, tu sugerencia es pedagógica mente acertada para que podamos entender el miedo y la postura que debemos tener frente a él