Todos los años, llegados estos días, intento
comunicarme frecuentemente con ustedes desde distintas maneras de mirar esto
que llamamos Navidad. Hoy, cuando he intentado ponerme en situación, me ha
resultado tremendamente difícil. Me parece, realmente, incompatible con la
realidad.
Pero también me resulta difícil quedarme en
cero. Creo que no es lo adecuado. Por eso he decidido crear un grupo de
whatsapp donde os incluiré a los que, en otros años me habéis recibido. Y ya
veremos qué va saliendo.
Este grupo quedará inactivo terminados estos
días. También, no hace falta decirlo, si a alguno no le interesa, salir es muy
fácil y sin problemas.
Antes de comenzar los relatos quiero dirigir un mensaje a dos personas a
las que quiero mucho. Desde hace muchos años, muchos, en cada Navidad, les he
ido regalando una figura del pesebre o Portal de Belén. Este año voy a
interrumpir este signo anual. No les voy a regalar la figura correspondiente,
pero si les invito a que sigan poniendo la que fuera en el pesebre. . Para
ello, solo tienen que dejar un
hueco sin nada, con tan solo, en el suelo,
poniendo Palestina. Y es que me parece con más sentido que el importe de dichas
figuras navideñas las envíe, en su nombre a Médicos sin Fronteras como destino
de ayuda a Palestina. Será una forma de contribuir, un poco, a reparar tal vez
un pastor o una mujer que vendía buñuelos en una esquina hasta que unas bombas los desparramaron por
el suelo.
Pues, una vez lo dicho, comienzo a contaros.
Iba a poner mis belenes y, para ello, comencé a buscar los lugares donde ubicarlos. Quería encontrar algo como esto
Pero el terreno que encontré fue el
terreno que os pongo a continuación, terreno con sabor bíblico, pero terreno
con sabor a sangre, a dolor, a injusticia. Pensé que no sabía si el mundo se
había olvidado de Dios, pero, lo que sí era cierto, era que la mayoría del
mundo estaba de perfil a esta tierra .
2º RELATO
Esta noche he tenido un sueño. Soñé que iba volando. No sé si en avión, en helicóptero o con alas que algún cóndor me prestó. Lo cierto es que volaba en torno a La Tierra. Suficiente, pero no demasiado separado
A lo lejos se veía magnífica.
Al acercarme un poco más reconocía las ciudades orgullosas
y presumiendo de sus iluminaciones: Vigo, Madrid, Sevilla, Londres,
Málaga, París, New York,…
De pronto, todo se hizo oscuro. Y, en la oscuridad, me cegó y me aterró un
resplandor intenso, como de una explosión
Sentí que me precipitaba y desperté. A los pies de mi cama estaban las bombillitas de luces que, la noche anterior, preparé para los pesebres, para el patio de mi casa. Las cogí, las enchufé, pero no funcionaban. No funcionaban pero yo decidí no reponerlas.
Me agarró el signo. Me parecía un pecado de soberbia, de indiferencia, el derroche de luces de fiesta, de alegría, mientras Palestina estaba sin energía.
Por un momento pensé que se hacen necesarios
signos contundentes. ¿Qué tal si, en todo el mundo, se suprimieran las
iluminaciones navideñas! ¿Seríamos capaces?
RELATO 3º
“ José, por ser de la estirpe y familia de
David, subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de
David que se llama Belén. Allí le llegó a María la hora del parto (…) Como
pudo lo envolvió en telas y lo acostó en un pesebre, porque para ellos no había sitio en la
posada, (Lc, 2, 4-7)”
Tal vez pueda llamarse José. María no sabemos
dónde ni cómo quedó. Lo cierto, que él, con su hijo no llegaron al hospital.
Dicho con más precisión. Cuando llegaron al hospital, éste ya no existía como
tal. No hay hospitales para ellos.
4º RELATO
“Jesús
nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes” (Mt. 2.1ª)
Estamos en el año de gracia de Señor, 2023.
Herodes, hoy, se llama Benjamín
Netanyahu.
Al enterarse el rey Herodes del nacimiento de
Jesús, de donde fluiría un pueblo nuevo, libre, honesto y digno, se sobresaltó.
Las pretensiones de dominio y poder de Herodes no podían tolerar estas expectativas.
El rey Netanyahu no podía aceptar cerca de él
un pueblo que no le estuviera sometido.
“Llegaron unos magos preguntando” (Mt 2,1b). “Los magos
se informaron de los sumos sacerdotes y letrados” (Mt. 2, 3-4)
El rey Netanyahu recibió el consenso de estos representantes
de los países del orbe que admitieron tomara medidas militares para sofocar
este peligro y castigar tal atrevimiento. El emperador Biden hizo alarde de
medios informativos y de apoyo militar para respaldar sus actuaciones in situ.
No obstante algunos magos (tal vez presionados
por el miedo al desprestigio y riesgo de pérdida de apoyo o, porque
comprendieron, a la luz de la estrella, que la realidad era otra), comenzaron a
cambiar y se apartaron de la hoja de ruta marcada por el rey Netanyahu.
“Herodes llamó en
secreto a los magos para que le precisaran cuando había aparecido la estrella.
Luego los mandó a Belén, encargándoles
(Mt 2, 7-8ª). Ellos, avisados en sueños de que no volvieran a Herodes, se
marcharon a su tierra por otro camino “ (Mt, 2,12)
“Entonces,
Herodes, viéndose burlado por los magos, montó en cólera y mandó matar a todos
los niños de dos años para abajo en Belén y sus alrededores” (Mt 2, 16)
El rey Netanyahu lleno de cólera, pensando en el peligro de ser depuesto por
alguien más débil y en el descrédito de su eficacia, poder y fuerza y en la
vergüenza ante su ineficacia, reunió los medios de comunicación y en un alarde de tiránica presunción anunció perseguiría a los causantes hasta el fin, hasta acabar con
ellos, no frenando ante ningún
obstáculo . Y así comenzaron a caer
proyectiles sobre Gaza.
Y así entraron los tanques en Gaza.
Comenzaron a derribar edificios, arrasaron
ciudades, hospitales, escuelas, poblaciones (niños, mujeres, ancianos, civiles)
en movimiento errante según les imponían, prisioneros en la franja de Gaza
convertida en ratonera. Y allí, en aquella ratonera, volvían a repetirse
escenas para una memoria de horror, tristemente reproducción del holocausto.
5º RELATO
“Y
se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
Un
grito se oyó en Ramá, llanto y lamentos grandes. Es Raquel que llora por sus
hijos”
Mientras, fuera del muro de Gaza, del cerco de
la ratonera, el mundo seguía engalanándose preparándose para celebrar una paz
hecha de serpentinas, luces, bolas brillantes e incoherencias éticas.
No sería extraño subieran los decibelios de la
música para contrarrestar el estruendo de las bombas. También pudiera ser que
alguno dejara de leer estos relatos para que no se les ensombrezcan “las
fechas”. Las fechas son un día, la realidad está ahí, en cualquier momento y no
depende de apretar un interruptor para apagar.
6º RELATO
Y, sin
embargo, el cielo y la tierra repiten insistentemente.
El hambre y la compasión gritan sin descanso.
El viento lo expande y lo montes lo repiten
aumentando su potencia:
“Gloria a Dios en
el cielo” (Lucas 2,14)
Pero esa gloria, esa glorificación de Dios, no
se hace con buenas intenciones, bonitas palabras y hermosas tradiciones. Es
algo concreto que se hace
“ y en la tierra
paz a los hombres porque Dios los ama” (Lucas 2, 14)
Palestina, tierra sagrada donde se peca contra
Dios porque se masacran a seres humanos: niños, mujeres, ancianos,
civiles, y se les impone la guerra que
es “negocio” de otros.
¡Menos aviones de guerra llenando el cielo de
estelas de colores, anuncio de poderío de muerte.!
¡Dejen volar a los “ángeles” que siguen gritando: “paz a los hombres, a los hombres paz porque Dios los ama”!
7º RELATO
Los
relatos van avanzando y ya se atisba su final.
Perdón
si han sido “algo duros”.
Es
lo que me llega de Palestina.
Para tomar oxígeno que “renovara el ambiente”
de mis pulmones, salí, por la noche, a la terraza.
Había estado lloviendo. Algo que, en
los momentos que atravesamos del mundo en sequedad, era un buen signo. Recordé
a Isaías 35: “Como florece el desierto con la lluvia”
Pero había quedado una noche limpia, serena.
El firmamento iba poblándose de estrellas, pero, sobre todo, una, una que brillaba de una manera singular: “Hemos visto su
estrella” (Mt 2,2b)
y con ella sentimos el cosquilleo de la
esperanza que quiere hacerse presente.
Efectivamente, los lamentos y lágrimas de
Raquel están sonando en sectores de la humanidad que se solidariza con ellos. Y
aquí y allá, (vuelvo a coger el vuelo del inicio) hay gente que se agrupan, que
se manifiestan,
Y gritan reclamando esfuerzos por la paz,
voluntad de paz no disfrazada de palabras políticamente oportunas.
Hay gente que elevan cantos de esperanza y de
denuncia y exigencia.
Hay gentes que, solidariamente, toman parte activa
en esa noche que quiere correr hacia el amanecer.
Mantengámonos expectantes como aquellos
pastores que pasaban la noche l raso velando el rebaño (Lucas 2, 8). No tenemos
tarea mejor que velar por el ser humano y su dignidad.
8º RELATO
En Ecuador era muy fuerte la costumbre de la
novena de Navidad. Se realizaba reuniéndose, durante nueve días, familiares y
vecinos, unas veces en casa de unos, otras en casa de otros, y se cantaban
villancicos y se giraba en torno en torno a los acontecimientos que, de los
evangelios de Lucas y Mateo, tratan del tema. Nosotros intentamos aprovechar
esta coyuntura para transformar lo puramente devocional por reflexiones y
profundizaciones teológicas en torno al aspecto de fe que se subraya en estas
fechas.
Yo, este año, he pretendido hacer algo
parecido. Pero, me topé con que el panorama de Gaza, territorio bíblico, no
resistiría, sin que fuera ofensivo, las zarandajas, frivolidades y rutinas que
se han hecho tópicas. Por eso decidí, os lo dije al principio, prescindir de mi
colección de belenes, de las luces, las guirnaldas, etc. Pero, repito, evocando
aquella experiencia ecuatoriana, me propuse pasarme yo por las casas de ustedes
y llevarlos a ustedes, a unos y a otros, a los que quisieran, por sus
respectivas casas y juntos, durante nueve días, reflexionar sobre la Navidad
desde Palestina.
Pues bien, hoy ya estamos en el octavo día.
Y, precisamente hoy, no voy a arrancar ni de
Lucas ni de Mateo, sino de Isaías 9, 1-6, donde se nos dice:
“Donde hubo
tinieblas, brillará una luz grande, desapareciendo la tierra de sombras, de muertes, de
traiciones, de disimulos e infidelidades. La vara del opresor, el yugo de su
carga, el bastón de su hombro, la bota que pisa con estrépito, y la capa
empapada de sangre quedaron quebradas y serán pasto de las llamas”
Y todo esto, ¿por qué?
“Porque
un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado (…) Será su nombre Príncipe de la
Paz(…) de una paz sin límites consolidada sobre la justicia y el derecho. El
celo del Señor lo realizará”
Precioso este texto. Os animo a que lo leáis
completo.
Pero sobre él quiero daros algunos apuntes:
· Un niño se
nos ha dado. Pero no un niño para quedarse anclado en la niñez, Un niño es
principio de humanidad, humanidad que surge para crecer, desarrollarse,
alcanzar plenitud. Un niño se nos ha dado, un niño que nace, una humanidad que
comienza, una humanidad nueva.
· Jesús de
Nazaret es ese niño de Belén, pero, también los niños de todo el mundo nacidos
a la vida para alcanzar vida digna. Somos nosotros, formando parte de esa
humanidad nueva que nace, que también nace con nosotros.
· Ese niño,
esa humanidad nueva donde estamos incluidos para que desaparezca la vara del
opresor, la capa empapada en sangre, significa creer en ese niño que hemos
recibido.
Ahí os dejo unas cuantas fotos. Son niños
palestinos. Fíjense en sus ojos: están llenos de hambre de futuro y sus retinas
quieren pintarse de esperanza. A otros ya no podrán mirarles a los ojos: les arrebataron la luz.
Una cosita. Imagínense que ustedes son
catequistas. Imagínense que tienen que elaborar, para estos niños palestinos
(en un proyecto de evangelización) una catequesis, lógicamente basada en la
experiencia, sobre Isaías 9.
¿Cómo lo harías?
Termino queriendo darles estas canciones de
niños pero, igualmente, con una anotación. No tengo nada en contra de que los
niños canten esas canciones ni de que estén presentes en nuestras reflexiones,
pero no los utilicemos para despertar ternura y llenarnos de sentimentalismos.
Muy en concreto: Escudriñemos nosotros también las estrellas que fueron fondo de nuestros ojos de niños y
delimitemos con nitidez nuestros posicionamientos para que cada vez haya menos
miradas de niños sin entender lo que pasa.
9º RELATO
Bueno, pues , ahora, si que llegamos al final.
Estamos en el noveno día de relatos y aún nos
queda un relato
“José, mirando la realidad de Herodes desde la luz de Dios, se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, y se fue a Egipto”
En nuestro tiempo los deseos de extermínio del rey Netanyahu obligaron a multitud de personas, familias cargadas de hijos, a hui buscando la salida hacia Egipto que se convirtiera en liberación dándole la vuelta al éxodo. Pero en esta ocasión de nuestro tiempo, se cuentan por miles los que no tuvieron suerte de alcanzar el refugio. Y, lamentablemente, Palestina se une a la procesión de exilados, emigrantes que viven esta tragedia, desde muchos en el Mediterráneo o el Atlántico, desde la selva de Darién, la frontera mejicana o las alambradas de Ceuta y Melilla.
Pero
quiero acabar anclado en la esperanza Por eso vuelvo al evangelio de
Mateo 2, 20b-21:
“Al
saber José que Herodes había muerto, tomó a la madre y al niño y volvió a su
tierra. Pero con precaución para evitar que el rey Arquelao repitiera lo mismo
que su padre”
Hay motivos para la esperanza. Yo, al final de
estos relatos, seguiré cumpliendo mi signo originario. No expondré los
pesebres. Tan solo uno.
Me lo han regalado este año..
Está hecho a mano. Es totalmente artesanal.
Está hecho con lana y, cosa curiosa, en vez de
buey o vaca, hay una oveja.. Un animal muy representativo de Palestina.
Y, si se fijan bien, , (al menos a mi me lo parece) el aspecto de María, y
sobre todo de José, no puede ser más palestino.
Por ello, al ponerlo manteniendo el signo
cristiano de la Navidad, quiero tener presente a Palestina. Y haré mía, como
oración, la “Oración por la paz” atribuida a San Francisco.
Creer en Jesús, proclamar que en Jesús Dios se hace presente,
confesad, aceptar lo anterior es decidir
formar parte de esta humanidad nueva que
se para llenar ángeles para
llenar los cielos de cantos de gloria, se hacen pastores para llenar su tarea
de esa presencia de Dios en Jesús, se hacen maría y José para abrirse con toda
su vida a la historia de Salvación que Dios quiere , y se hacen magos para
expandir por los cuatro puntos cardinales la experiencia del triunfo del
proyecto de Dios sobre las intenciones de los Herodes de turno, y se hacen
lágrimas en los ojos de los niños de Gaza y en los lamentos de Raquel para
condenar los crímenes contra la humanidad a la que Dios ama.
Pues ahí va mi felicitación navideña. Os deseo
todo lo anterior: ser ángeles,
pastores,…Y lo acompaño con mi Belén 2023.
Solo una cosa para terminar:
Gracias por haber acogido esto que os he
compartido.
Si os ha servido, me alegro. También gracias
por vuestras aportaciones. Solo, como ya os decía, dentro de unos días, anularé el grupo.
Que la
Navidad nos haga pensar, amar a los que Dios ama, y apostar por un mundo mejor
que, como dice el Papa Francisco, es posible.
Un abrazo
José Luis Molina
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