Probablemente a muchos de ustedes la
segunda lectura les haya reclamado la atención par este espacio de reflexión
· Por dificultad en aceptar lo que se dice
· Por la mentalidad desde donde se dice
· Y por muchas razones más con fuertes objeciones de machismo, misoginia,
etc. Que han contribuido a disminuir o precautelar las aportaciones desde Pablo.
Aceptando lo anterior
· Considero que hubiera tenido optar por ello.
· Pero también creo que necesitara mayor espacio y más confrontación.
· No obstante creo que al enfrentarnos con todo lo que se dice, no se puede
prescindir del entorno cultural y de la época donde se explicita y lo que
supondría “todo” lo que se apunta.
· No se trata de justificar el texto y lo que en él se dice ante lo que hoy
día nos chirrían los goznes, sino todo lo contrario, tratar de descubrir donde
encontrar desde él la palabra de Dios. Por ello indico que en el texto me
parecen importantes los subrayados fuertes que presentan y que no se pueden
ignorar a la hora de las otras expresiones. Estos subrayados son:
· “Igual el hombre…”
· “como a él…,”
· “una sola carne, … una sola realidad” y todo lo que al desarrollar esto
iría surgiendo.
No huyo del tema y es probable que
algún día se de urgencia abordarlo. Pero creo que, continuando el evangelio de
Juan, hay que darle tratamiento final.
Espero contar con vuestra aprobación-
Así pues, vamos a ello.
¿Qué es eso tan terrible que Jesús ha
dicho para producir semejante EFECTO?
Este modo de hablar es duro, quién
puede hacerle caso?
¿Qué dijo?
Algo importante; Jesús hablaba de
un elemento simplemente simbólico, sino sacramental. Él
es alimento que sostiene, da fuerza, da vida y revitaliza al ser humano y lo
lleva al encuentro existencial con el Padre.
Pero he dicho sacramental, no
sencillamente simbólico. Y esto quiere decir que no debemos entender todo esto
utilizando la palabra “COMO”.
Me explico””
+ “Jesús es “COMO” un alimento”
+ “Jesús se nos da “COMO” verdadera
comida
+ “Jesús es “COMO” el pan de vida y
la bebida de salvación
Suprimamos el “COMO”.
Jesús es un alimento porque alimento
es lo que da energía a nuestro ser.
Jesús es verdadera comida porque no
consiste en prácticas religiosas que nos dejan igual y no nos cambian
Es verdadera comida: al irlo incorporando
a nosotros, y nosotros a él, nos hace crecer y dar respuesta. No es una teoría
religiosa que se justifica en el más o menos.
Solo incorporándolo a nuestro ser nos
alimentará. Es decir, lo que Jesús dice descalifica aquella religión que
permite estén tan lejos lo que dicen los labios de lo que construyen con sus
opciones.
En definitiva, este lenguaje es duro
porque presenta sin peros lo que es optar por Jesús. Lo que significa eso que
hacemos con frecuencia (comulgar) pero cuyos resultados no aparecen.
Comer de este pan, alimentarse de
Jesús, optar por él, es no moverse en la teoría sino en la esencia del ser.
Este comer de Jesús nos determina nuestras decisiones teniéndolo en cuenta.
Por eso con dolor, yo me imagino que
con dolor, pero con frontalidad, Jesús pregunta: “¿Vosotros, también, queréis
marcharos? Porque esto es así.
Esta propuesta de SER, de ser
alimentados por Cristo es lo que hay que anunciar y proponer sin rebajas.
Como de costumbre, también es Pedro
que da la respuesta; ¿Dónde vamos a ir? Después de conocerte. TÚ tienes Palabra
de vid eterna”. Tu palabra es vida que nos hace participar de tu eternidad.
Que así sea.
Abrazos
José Luis Molina
25 de Agosto 2024
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