“No estás lejos del
Reino de Dios”. En camino
“Y
estos son los ciento cuarenta y cuatro mil que han blanqueado sus túnicas en la
sangre del Cordero”. (Llegada) Todos los Santos.
Creemos que han llegado porque
partieron ya. Así los recordamos y en esa esperanza nos situamos para
vivirlos.(Día de los Difuntos)
Este año, por coincidencia, el
domingo XXXI y el 1 de noviembre aparecen contiguos y es una casualidad que nos
ayuda en a reflexión.
Es hora de simplificar. Dios no es
tan complicado como lo hemos hecho los seres humanos, especialmente muchos
expertos en Dios. Jesucristo tampoco es tan complicado, al menos lo que nos
propone como su proyecto.
Lo que ocurre es que, a veces, intentando explicar lo que
nos sobrepasa pretendemos meterlo en nuestras hechuras y lo complicamos sin
remedio.
Voy a ver si dejo de peroratas y
explico sencillamente mi idea.
Dios no nos ha creado en individuales
autónomas que podamos lograrnos ignorando a los demás.
Tampoco en realidades de dominio que
se dirigen a los otros para explotarlos, poniéndolos sometidos y en función de
su intereses.
Dios nos ha concebido como
complementarios, de tal manera que en uno crecemos todos y con la ceguera de
uno nos perdemos los demás.
Y por eso nos define
como próximo. Próximo: el que está junto al otro. Somos próximos cuando estamos
junto al otro le hacemos al otro
(acercarnos) lo que haríamos por nosotros.
Por eso es necesario hacer opción por
el otro, por ser próximos.
Si hacemos opción por Dios radical y definitivamente,
el camino es a través de la opción por el otro.
Ese es el camino, pero también es
llegada. Porque cuando lo hacemos así, caminando ya estamos llegando, ya nos
hemos zambullido en la humanidad nueva que blanquea sus túnicas, ya somos
santos porque estamos participando de Dios.
Y por eso terminamos el día uno con
el texto de las Bienaventuranzas: SER FELICES. Estad contentos, sois los Santos del Cordero.
Si nuestras túnicas blanquean de
proximidad y por ello el llanto del que llora nos hace llorar , las injusticias
nos duelen y no nos quedan indiferentes,, si nuestro corazón COM-PASIVO nos
hace caminar CON quien más difícil lo tiene, si hemos decidido no acumular sino
compartir, si sembramos la paz, la solidaridad, el diálogo , el encuentro y
somos puentes (pontífices, hacer de puentes para ellos, etc). Si todo esto da
sentido a nuestro SER, SOMOS SANTOS, nuestros nombres están escritos en el cielo.
Felicidades
José Lis Molina
31 de octubre y 1 de noviembre 2021.
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