lunes, 4 de octubre de 2021

SEMEJANTES, COMPLEMENTARIOS Y, DESDE AHI, UNIDOS.

 



 

Lamentablemente, con más frecuencia de la que sería de desear, en la Iglesia, y por los responsables religiosos , se han hecho lecturas sesgadas de las Escrituras, lo que ha viciado, y otras veces opacado, pilares fundamentales para construir el Reino de Dios.

 

Tal ocurre con la lectura del Evangelio de hoy en el que normalmente han puesto el acento en el tema de si divorcio sí o divorcio no, en que lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre, etc,  y se han obviado un montón de cosas. Por ejemplo:

·       ¿Cómo se garantiza que un matrimonio, aunque se haya establecido por la Iglesia lo ha unido Dios cuando todos sabemos del mundo oculto que tantas veces se soslaya detrás de esas bendiciones?

·       O, ¿quién se atreve a asegurar que una pareja que se une en la simple y sencilla aceptación y compromiso de un proyecto de vida en común y lo hace desde asumir el proyecto de Dios en sus vidas, no los está uniendo Dios?

Si ha habido ceremonia religiosa, no debe haber divorcio, no se acepta, (cosa que también sabemos no es así), pero si hubo unión civil, desde la fe el divorcio no es problema (caso de la reina Leticia) porque es como si no hubiera existido matrimonio.

Aquí habría que escribir las frases del evangelio: Testarudos, tercos, retorcidos, deshonestos. Pero, evidentemente, referido a todos los que fundamentan sus posturas puritanas en una motivación interesada. Porque, ¿no se han dado cuenta que cuándo le preguntan a Jesús, aparte de ponerle una trampa, el posicionamiento de los que preguntan es de condena y esclavitud para la mujer  y de dispensa y justificación permisiva para el varón? Y sin embargo la postura y respuesta de Jesús es otra. Y aunque está clarita y muy evidenciada, normalmente se pasa de largo. La postura de Jesús es la de la misma ética, , la misma moral, la misma dignidad para la mujer y el hombre.

Y se fundamenta en el Génesis 2, 18-24 (1ª lectura de hoy):

·       No es bueno que el hombre esté solo.

·       Le daré un ser como él, semejante a él

·       No sirve el mito de la creación y la dependencia de la costilla: Ojito al parche en este tiempo de perritos , gatitos y demás mascotas, besadas y tratadas mejor que los iguales, que los semejantes.

·       El ser humano :  su plenitud en el encuentro complementario : “y se hacen una sola carne”.

·       No es lo primero la procreación. Lo primero y esencial es la comunión  que, desde el amor, los funde en un proyecto común.

 

Este es el misterio cristiano del amor y del matrimonio. Y esto es lo que une Dios y se une en Dios. Seamos claros.

 

Y esto solo es posible desde la igualdad en la dignidad, no en el sometimiento y la subordinación. Cosa que la Iglesia , con motivo de estos textos, tendría que plantearse y poner en valor hacia dentro de ella misma.

Pueblo de sacerdotes: el genérico universal que acoge a mujeres y a hombres porque se refiere a una tarea, una misión y eso es una tarea de todos y para todos.

Un abrazo

José Lis Molina

3 de octubre 2021

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