Rumores traen las olas,
rumores en el viento,
rumores que me dicen
se hicieron polen
fecundando, a la vida,
los sueños que llevaba
dentro del pecho.
Sigue habiendo rumores
de color refulgente
en la luz que, en mi tarde,
contemplo desde el monte
mientras el sol se tiende en ese lecho
donde se están besando
el mar y el cielo.
Rumores de colores
de luz y de misterio,
porque semillas hubo,
semillas que hoy contemplo
luciendo en ese lienzo
de frutas maduradas
por dedos y pinceles diestros.
Y, aún, cuando me asomo
para ver como el cielo
descorre las cortinas
que antes fueron luceros,
mientras los gallos cantan
y el trino de los pájaros
juega con el almendro en flor,
me entra hasta dentro
un rumor de aire fresco
que hincha mis pulmones
y, en él, siento
el rumor de rumores
que siguen existiendo
queriendo seguir siendo
rumores de sueños
que al despertar se les descubre anhelos,
y, al caminar, se me hacen,
entre mis brazos, amores,
y, al descansar,
con los ojos cerrados hacia dentro,
descubro son mi cielo.
José Luis Molina
25 febrero 2022
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