martes, 1 de febrero de 2022

ADVIENTO



 

 

 

El camino era largo.

Detrás de cada loma esperaba encontrar el oasis. Pero volvía a haber ante mí más camino.

Hasta que descubrí que en el camino estaba el oasis: Las flores de las veredas, los nubarrones del cielo, los álamos con sus sempiternos cantos. Un jilguero en una rama y el abrazo del que me encuentro en un recoveco con los ojos brillantes de amor, de miedo, de búsqueda, de sed, de Dios.

Ahí estaba el adviento. Ese era el camino que había que preparar.

Te encontré a ti y contigo quiero seguir caminando.

Nuestras manos unidas mueven a ritmo de nana el convencimiento de que todo camino lleva a un lugar. Y que adviento es un camino.

Ahí nos vemos.

José Luis Molina

30 noviembre 2021

 


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