sábado, 26 de octubre de 2024

MAGNA NO ES LO MISMO QUE MAGNIFICAT



 

 

 

Cuando me pongo a tratar de darle forma a la reflexión par el domingo XXIX, me encuentro con una sensación rara. Me parece como si estuviera dentro de una habitación llena de globos: Son de distintos colores, tienen lemas y frases diferentes y me dicen que tienen todos que ver con la fe por la que, seguramente, nos sentimos convocados para celebrarla. Pero, la verdad, es que es tarea imposible: Si viene uno y lo aparto para expresarme y dar contenido, vienen los otros lo empujan, se arremolinan y vuelven a estar todos mezclados sin llegar a ser nada, más bien obstáculos de la razón de ser.

Quienes de ustedes, los que me escuchan o leen, no pertenezcan a la Diócesis de Jerez de la Frontera, andarán un poco más despistados con mis palabras anteriores, pero espero que poco a poco me entiendan y también les pueda  servir esta reflexión que compartimos.

Resulta que, por un lado, este domingo es el Domund, es decir, se pone sobre la mesa eucarística la tarea de evangelizar, de anunciar, ofrecer y esforzarse porque sea un mundo donde la solidaridad humana aparezca como algo concreto por lo que se está luchando para alcanzar ese mundo nuevo y diferente.

Por otro lado, aquí, en Jerez, hay establecido este sábado 19, una procesión Magna Mariana, consistente en que se sacarán a la calle en una sola procesión, 36 imágenes de la Virgen como previo  al Año Santo Mariano del 2025.

También hay  escritos y arengas de autoridades eclesiásticas queriendo interpolar una cosa con la otra, y ya empiezan la complicaciones.

La respuesta cristiana con el lema de invitación al banquete de la vida se hace con el despilfarro y ostentación de desfiles en un mundo, el de nuestra tierra, donde permanentemente están llegando, en pateras, procesiones  de hambrientos, desahuciados, excluidos, perseguidos,  contra los que, cada día, aumenta la  xenofobia y la marginación.

¿A qué mesa los invitamos?. Desde luego está cla que no es una mesa de comunión.<<

En los mensajes eclesiásticos que he leído se dice que ese acontecimiento de la Magna   cumplirá su objetivo si está acompañado de compromisos concretos de evangelización, cosa que me parece complicada dado que solo el título de Magna me sabe a alfombra     roja, lugar de cita para las fotos de rigor que recojan el glamour religioso del evento.

Si, para terminar, reparamos en el evangelio, que lejos nuestra praxi de la intención y criterios de Jesús. Nos gusta la Magna, la Magnífica, la María que, pese al dolor aparece con signos de poder, del pode que no integra sino que excluye, el poder que pelea por los mejores puestos, que construye imperios, peo una María irreconocible desde el Magníficat. 

Ahí, el evangelio de hoy, que  bueno ser contemplado      el Domund desde él.

Id por todo el mundo: Alertad de que el poder,  el afán de poder, tiraniza y oprime. Por eso anunciemos que nosotros  no. Y hagámoslo  con voces tan altas     que anulen el estruendo de las bombas y consuele el clamor que el dolor convierte en llanto.

Anunciar esto comprometidos con ese anuncio es una buena noticia que tiene como objetivo el deseo de Dios para la humanidad.

Esa tarea nos esper a todos, nos invita a todos, nos reclama a todos.

Un saludo

José Luis Molina

20 de octubre del 2024

                                                                                

 


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