Hoy caminé a la sombra
del día que ocultaba
el sol tras de las nubes.
Mis pies hoy no sonaban
en la tierra mojada
y mi cuerpo ignoraba
su sombra en el camino.
Sin embargo, bailaba
alegre el culantrillo
movido por el agua
del arroyo ligero.
Las veredas cantaban,
Con blancas margaritas,
que ya viene empujando
la primavera próxima.
Hoy mi alma nacía
muda, y en el silencio,
buscaba con nostalgia
al sol que no rompía.
Pero a ratos, breves, casi
podríamos decir imperceptibles,
cuando el día se abría,
me renacían las fuerzas,
me brotaba la risa,
se llenaba mi alma
de esperanza y de vida.
¡Ay, caminos que llevan
a metas no previstas!,
no tenéis nombres, no,
ni Pedrizas, ni Vihuelo,
ni Garrotal, ni Espino,… :
vuestro nombre,
mientras tanto, aventura,
se lo pone en la frente,
palpitando, la vida.
José Luis Molina
31 de
enero 2021
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