Si miras, siempre
brillará el azabache
Por las veredas
que bordean el camino,
las alimañas
esconden su negrura
mientras aguardan
pase la frágil presa
pa´destrozarla.
Ayer era Romero
quien transitaba
buscando aires limpios
que curarán el asma.
Hoy se asoma Francisco
a una ventana
pues no quiere andar preso,
pero hay arañas,
tarántulas, viudas negras
con sangre envenenada
que se alambrean,
muerden, devoran
y enmarañan
brazos de libertad y vida.
La luna llena
quiere escurrirse pronto:
Por una mancha oscura
gotea carmín rojo
de una amapola alta
que allí quedó enganchada
volando desde un Gólgota cualquiera.
Solo una cosa brilla
en esta noche negra:
Los ojos de azabache
que Platero refleja
desde el brocal del pozo.
Pero él espera,
está esperando
para brincar,
que emerja el agua
que empapará la huerta
y regará la campánula
que, desde la luna,
tiñó una amapola.
José Luis Molina
29 de marzo del 2024
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