sábado, 16 de abril de 2022

SACRAMENTALIDAD DE LA PASCUA

 



 

En esta noche, como reflexión, quiero compartiros una experiencia. Una experiencia sacramental.

Os propongo que, mientras escuchéis mi reflexión, si es posible, estéis  contemplando de nuevo o tengáis presente el video que ya conocéis y que ha adquirido sacramentalidad en la experiencia de mi vida.

Ahí va:

 

 

 

 

Hay proyectos truncados por la avaricia y la competencia solapadamente interesada que acallan el clamor de las piedras que esperan justicia, pero hay calas que emergen erguidas de entre lo verde y son las trompetas que proclaman que no todo está perdido, que es posible un mundo, una vida nueva, mejor.

Hay traiciones, golpes bajos y rastreros, ambiciones, comportamientos oscuros y retorcidos, pero hay margaritas, millones de margaritas que unen sus pétalos para tejer un inmenso mantel blanco de solidaridad, de servicio, de vida compartida, de comida que nos hace próximos, hermanos. En este tiempo los campos están llenos de margaritas, canto y promesa de que habrá pan para el que tiene hambre. Las veredas están reventando de margaritas. Son caminos que nos invitan al encuentro, al abrazo, a la solidaridad, a los brazos unidos  y los hombros arrimados por un mundo mejor y posible.

Hay gritos, dolor, sangre, muerte, vida desgarrada, esperanzas destrozadas, futuro atormentado y  ensombrecido. Desconsuelo de madre, rabia incontenibles de hombres malheridos. Pero hay glicinias pendiendo del cielo como lluvias de estrellas sobre el caos. Hay personas que trabajan y se comprometen con la paz, que con su llanto compartido se esfuerzan en que éste sea menos amargo, que trabajan por la justicia para crear pautas por donde sea posible que circule.

Sí, a pesar de todo, llega la noche, pero, aún en ella, y después en el amanecer el río de El Bosque  ofrece la frescura de su agua y la música de su presencia en la redonda pila de ablución. Ya no hay piedra redonda para la muerte que selle el sepulcro.




Hay fuente redonda para la vida.

Detrás del Majaceite  está la vida.

En el Majaceite  está la vida.

La vida que se celebra en el abrazo y en la mirada de los ojos  en frontalidad.

¡Aleluya!

José Luis Molina

17 de abril del 2022

 

 

 

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