domingo, 15 de enero de 2023

BAUTIZAR CON ESPÍRITU


 

Dice Isaías en el texto de hoy (Is, 49, 3-6):

                              “Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus

                               de Jacob y traer de vuelta a los supervivientes de Israel”

Esto podría entenderse que dios dice a “su siervo”: “No es solo tu tarea juntar a los religiosos o hacer religiosos a los dispersos”. (Pensemos que las tribus de Jacob  o Israel era el pueblo que lo reconocía como Dios además de sus infidelidades.

No se queda ahí el texto. Sigue diciendo:

                                “Te hago luz de las naciones para que mi salvación     

                                alcance hasta el confín de la tierra”.

Es, pues, un texto de misión, de misión sin límites, radical.

No se trata de “ser religioso y quedarse ahí”. No se trata de no meterse en política, de no mezclar la fe y la causa pública. Todo lo contrario. Se trata de la vida, de una vida en dignidad, de una vida en desarrollo y crecimiento, de una vida que potencie todas las posibilidades de la humanidad, de una vida en libertad , sin servilismos, de una vida que cambie, transforme y engendre vida.

Por  tanto no vale una vida adormecida al rum rum de rezos mecánicos que luego se desenvuelve en la mentira, la apariencia, la hipocresía, la doblez, el ocultismo, la avaricia, la envidia o el ansia de poder.

Y una vida así de plenitud, de salvación, de humanidad transformada, de dignidad, respetada, etc  es un derecho que tiene todo ser humano porque Dios se lo ha dado.

Por eso la piedad y la devoción son huecas, no sirven, si no están empapadas de esa vida don de Dios y del esfuerzo y el hacer para que ese proyecto avance.

Esta es la misión, esto es ser LUZ de las Naciones, tener como meta este proyecto de Dios hasta el confín de la tierra y para la humanidad entera.

Por tanto, allí donde eso no es, donde ese proyecto no está, allí está el reto y el desafío y la llamada a misionar.

Juan el Bautista (el histórico o el de la fe, o ambos a la vez) consiste en el reconocer que esto se hace  realidad en Jesús de Nazaret, en unos seres humanos como Jesús de Nazaret, que esto se hace desde estar empapados del Espíritu Santo.

 


Sí, para terminar, volvemos al evangelio:

                         “Ese es el que bautiza con Espíritu Santo”

No es teoría. O no debe serlo. Nosotros hemos sido bautizados (empapados) por el Espíritu Santo para asumir la parte que nos corresponda en esa salvación para la humanidad.

Ánimo

José Luis Molina

15 de enero 2023


No hay comentarios: