Navidad y Majaceyte,
nuevos y eternos por siempre.
Absorbéis el ruido
y, generosos, música nos dais,
Engendráis calma por donde pasear
y alimentáis ensueños con que mecer los juncos.
Si tus gotas saltan, Majaceyte,
con mis manos recojo tus lágrimas.
Si de ti, Navidad, brotan estrellas
con su luz marcas rutas abiertas
y cuando se deshacen, al amanecer,
conmigo se levanta la esperanza.
Te quiero para andarte, Majaceyte,
para vivirte un calendario no me basta.
Navidad de cada día, y de hoy,
que encalaste mi casa para siempre.
Ahí espero, en la puerta, sentado:
Las vincas acarician el agua,
tú, río, cuando hay luna cantas
una nana de luna lunera
Y, cuando no hay luna,
parece que callas, pero cantas
con voz de susurro que no me desvela.
Yo, por dentro,
canto la copla que tejimos juntos
de día y de noche, en sueños y en velas.
José Luis Molina
25 de diciembre del 2022
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