NOVENA DE NAVIDAD
Día Quinto
LA POESÍA DE DIOS
Mi pesebre me habla de Dios. Mi
pesebre me habla de un Dios de esencia azulada que se hace transparencia vital
con diversas tonalidades. Esta transparencia se proyecta en la vida y le
proporciona reflejos magníficos. Sin romper la vida, sin manchar la vida, llegó
y llega hasta la vida para que ésta irrumpa en el mundo.
A este pesebre le hice este poema:
Ese rayo de vela
que alegre reverbera
en tus cuernos izados
al viento de la noche
como pechos altivos,
te convierte en bandera
de buena humanidad..
Igual que la señal
de tus orejas grandes
y tus ojos de noche
son asombro del hombre
frente a la eternidad.
El aleteo de plumas
levanta la hojarasca
de quien quiere sembrar
de muerte los caminos.
Tu rostro hacia el Niño
en gesto cabizbajo
es apertura histórica
al Dios, que en transparencia
sobrepasa la historia.
Y tu curva, María,
la curva de tu cuerpo
vaciado de él y de él tan llena,
hecha cobijo y pasión,
aceptación y ensueño,
se hace aureola que cubre
lo infinito pequeño.
Y ahí, junto a vosotros,
la historia, no el recuerdo,
del grito que una noche
rompiendo los silencios
se elevó por las cumbres
y sigue apareciendo
grabado en las estrellas.
José Luis Molina
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