Mirad estos niños: Juegan al pesebre.
Se han estudiado bien los papeles. Con telas y cortinas, cartones y purpurina
han confeccionado su indumentaria y se la han colocado.
La función está en marcha. Doctrina
recibida y aprendida.
Pero al fondo, del paisaje y del
tiempo, el pueblo no parece de muñecos, tiene trazos de verdad.
Pues andando el tiempo, para llegar
al pueblo, ¿esos personajes seguirán alfombrando el suelo de margaritas y
tachonando el cielo de orquídeas mientras, en una rama, canta un ruiseñor?
Soñad y comprometeos con el sueño.
¡ES BUENA NOTICIA!
José Luis Molina
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