Con humildad
me coloqué en el tiempo
donde muchas veces olvidé
lo que he vivido,
donde en muchos momentos
no he sabido,
desde lo ya vivido, responder.
Me coloco en el tiempo
una vez más
y haré de él un vértice de nada,
escucharé por doce campanadas
y seguiré dudando, como Hamlet,
entre ser o no ser, existir o la nada.
Lloraré lo aciago y la amargura
pondrá sabor si humedezco los labios.
¿Pondré en suertes los días
con los que empalizar mi vida?
¡Vana suerte!
Convencido quiero colocar
el tiempo en el presente
que hace nada era, y ya es pasado,
que apenas vislumbrado en el futuro
ya es presente.
Daré gracias por él, por lo que tengo,
consciente de la fragilidad de ese tener,
daré gracias por todo lo que tengo,
por todo lo que tengo en él.,
para de mis amigos sentirme más amigo
y valorar aún más a todos mis amores,
me sentiré dichoso allí donde vencí
y, advertido donde me pudieron,
no quemaré al viejo pues, en él,
fui también lo que soy
y procuraré ser lo que quiero.
Quiero ser gratitud, pero presente,
presente gratitud de cada día,
un cada día que alargará el presente,
hasta donde, de cada presente,
al menos quede la poesía
José Luis Molina
31 de diciembre- 1 de enero 2021
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