miércoles, 19 de enero de 2022

BIBLIA Y PERIÓDICO

 

BIBLIA Y PERIÓDICO

Un profesor , que me enseñó muchísimo de la Biblia, me dijo, cuando yo estaba en el seminario, que cuando quisiera leer la Biblia, hacer oración con la Biblia,  entender la Biblia, escuchar la Biblia, no me olvidara del periódico. Fue  una de las cosas más importantes que me enseñó.

Esto quería decir que cuando fuéramos a hacer oración, nos apoyáramos en la Biblia pero no para llenar el cielo de angelitos de Murillo, sino que miráramos la realidad (leer el periódico) y luego tratáramos de ver que dice la Biblia ante ello y, sobre todo, “que nos dice a cada uno”.

Pues bien, hoy, para este segundo domingo de adviento, se me ocurre que empleemos ese procedimiento.

Vamos pues a ello.

Empezamos fijándonos en el precioso texto de Baruc (5, 1-9) llamándonos a la alegría, el júbilo, a dejar vestiduras de luto para lucir los vestidos de la fiesta del Señor. Se alegra con la presencia gozosa, gloriosa y en paz de sus hijos bajos los aires aromatizados por los árboles. Esa es su justicia y su gloria.

Y así lo proclaman los profetas según el evangelio de Lucas 3, 1-6 y dan fe de ello los testigos (Filipenses 1, 4-11).

No  me olvido del periódico (Puede ser la TV  u otros medios de información). Y leo:


Europa y el primer mundo tiemblan con terror ante ómicron, la nueva variante del coronavirus. Pero hace tan solo unas semanas estaban felices y relajados porque “se tenía domeñado al virus”. No importaba si en África había zonas que, como mucho, no habían pasado de un 10% de vacunación.

Vuelven a circular temores. ¿Podremos salvar la navidad? La navidad del despilfarro, del consumismo, del derroche a  pesar de que suban disparados los precios por el incremento en electricidad, combustibles ,etc.  Por eso, como la vela que va delante es la que alumbra, las reservas de cenas están a tope y se hacen adelantando estos eventos por lo que pueda pasar.

Mientras aumentan, se alargan interminables las colas ante los locales de Cáritas, Cruz Roja, Bancos de Alimentos, etc.

Una familia de inmigrantes con dos hijos pequeños mueren a consecuencia de un fuego en el lugar que okupaban, abandonado por un banco , donde hacían esfuerzos por prepararlo con dignidad para sus hijos.

La alegre vida que se baña empepada en licores, cierra los ojos  ante los  regueros de sangre que la violencia machista derrama y que el asfalto no puede empapar.

Nuestros jóvenes, afortunadamente, no saben de guerras: Ni guerra civil, ni guerras en África, Congo, Oriente Medio, pero tampoco saben  (los mayores, al menos algunos,  tampoco), tampoco saben de los asentamientos de los temporeros de la fresa, del mar de plástico y como se vive bajo él, de los campos de refugiados…

De verdad, os lo digo de verdad, que hoy tenía la firme intención de ser optimista.

Pero, ¿qué hacer?, ¿Cómo hacer?. ¿Cómo leerles el texto de Baruc a los que lloran, a los que tienen hambre y sed de justicia, a los perseguidos… Y, sin embargo, son los que necesitan que se les lea. Pero para ello es necesario lo que Lars Gustafsson  escribió en “Muerte de un apicultor”:

          En el planeta nº 3 del sistema 13 de Alderaban hay una civilización  que se ocupa directamente de la realidad sin ningún intermediario simbólico (…)

Salta a la vista que la mentira es  una completa imposibilidad en esta civilización. Si alguien quiere decir “te amo” a otra persona no hay más que una manera, una solamente, y es amando”

Repito: El periódico me dice que este mundo necesita se les lea a Baruc. Pero leerlo en esta clave. Si no,  no  vale.

Por otro lado, ¿cómo leer el periódico, anunciar, en nuestros ambientes, más o menos en calma, a buen resguardo y con gafas de sol, lo que gritan los renglones de la vida? . Sordera, irritabilidad, burla y sarcasmo.

Pero si hay razón para el optimismo. Queda la VOZ. No importa si clama en el  desierto.  Pero mientras haya voces que se hagan resonar, la humanidad sentirá recorrer como descargas eléctricas que nos llaman a otra cosa.

Ahora dejamos  la Biblia y el periódico. Sumerjámonos en el desierto. Se oye una voz.

¿Qué me dice?

¿Qué te dice?

¿Es pura fantasía el textos de Baruc?. No sé para ustedes. Pero para mi, lo que si es cierto es que utopía si es, fantasía no.

Y si es utopía, es para caminar hacia  ella.

¿No te parece?

Un abrazo

José Luis Molina                                                                                                                                                                                                                                                                           

5 de diciembre 2021

 

 

 

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